El 27 de agosto, Renee-Nicole Douceur, 58 años, directora gerente de invierno de la
estación Amundsen-Scott en el Polo Sur, sufrió un infarto cerebral. Como resultado de ello, ha perdido la visión de forma parcial en ambos ojos. Debido a ello, Douceur pidió a la empresa que gestiona la estación que la evacuaran inmediatamente de la base, petición que fue respaldada por el equipo de médicos del centro de investigación debido a que allí no existe ni un escáner ni otras máquinas que puedan determinar la gravedad del infarto.