Cesar o no cesar


Cesar o no cesar
No seré yo quien le diga a un político como tiene que barrer su casa, aunque como ciudadano puedo opinar, aquí o donde estime oportuno. Siempre que se produce un acontecimiento reprochable a un cargo público, el debate se enfrenta a una intersección. ¿Hay que cesar? ¿No hay que cesar? Generalmente, y para no mancharse en exceso, el responsable de turno dice esperar a que un juez considere que los hechos contravienen la normativa para tomar una decisión. Muchas veces esa sentencia no llega o incluso, desaperece del debate público para perderse con el paso del tiempo. Otras veces, a uno le ponen cien euros de multa y no pasa nada, "porque respetamos lo que dicen los jueces, pero no opinamos, simplemente respetamos". Aunque sea un cargo de dactilar designación.

El subdirector de Menores de Ceuta reparte tortazos contra un sindicalista en plena polémica sobre una denuncia que afecta a su gestión. Algunos consideran que es algo personal y nada más. Al igual que dicen que una persona tiene derecho a trabajar por muy hermano o familiar que sea de un político, también todo hombre tiene derecho a acariciarle la cara al personal a la luz de medio pueblo. Puede que así sea, no seré yo quien lo niegue. Lo que parece fuera de tono es que un cargo público ponga a la policía local a bajar de un burro en pleno apogeo espirituoso y lo único que reciba del nombrador es una palmadita en la espalda y un "pórtate bien la próxima vez, majo". Es un magnífico ejemplo para todos esos chavales que lanzan piedras a la policía cuando entran en el Príncipe. Si ni siquiera los funcionarios respetan a la autoridad, ¿acaso puede alguien obligarme a hacerlo?

La ley es la misma para todos, es probable que sea ese el punto principal de la grandeza de un sistema democrático. Y por mucho que éste a veces pueda ser pura disfunción, es la única esperanza para los que creemos en un mundo justo. Dicen que no se puede ir a misa y repicar las campanas. Pues eso. Si eres un cargo público, cumples la ley y punto. Es muy fácil; y si no, puerta. Mejor eso que poner en duda todo un sistema de convivencia.

No seré yo quien le diga a un político como tiene que barrer su casa, aunque como ciudadano puedo opinar, aquí o donde estime oportuno. Siempre que se produce un acontecimiento reprochable a un cargo público, el debate se enfrenta a una intersección. ¿Hay que cesar? ¿No hay que cesar? Generalmente, y para no mancharse en exceso, el responsable de turno dice esperar a que un juez considere que los hechos contravienen la normativa para tomar una decisión. Muchas veces esa sentencia no llega o incluso, desaperece del debate público para perderse con el paso del tiempo. Otras veces, a uno le ponen cien euros de multa y no pasa nada, "porque respetamos lo que dicen los jueces, pero no opinamos, simplemente respetamos". Aunque sea un cargo de dactilar designación.

El subdirector de Menores de Ceuta reparte tortazos contra un sindicalista en plena polémica sobre una denuncia que afecta a su gestión. Algunos consideran que es algo personal y nada más. Al igual que dicen que una persona tiene derecho a trabajar por muy hermano o familiar que sea de un político, también todo hombre tiene derecho a acariciarle la cara al personal a la luz de medio pueblo. Puede que así sea, no seré yo quien lo niegue. Lo que parece fuera de tono es que un cargo público ponga a la policía local a bajar de un burro en pleno apogeo espirituoso y lo único que reciba del nombrador es una palmadita en la espalda y un "pórtate bien la próxima vez, majo". Es un magnífico ejemplo para todos esos chavales que lanzan piedras a la policía cuando entran en el Príncipe. Si ni siquiera los funcionarios respetan a la autoridad, ¿acaso puede alguien obligarme a hacerlo?

La ley es la misma para todos, es probable que sea ese el punto principal de la grandeza de un sistema democrático. Y por mucho que éste a veces pueda ser pura disfunción, es la única esperanza para los que creemos en un mundo justo. Dicen que no se puede ir a misa y repicar las campanas. Pues eso. Si eres un cargo público, cumples la ley y punto. Es muy fácil; y si no, puerta. Mejor eso que poner en duda todo un sistema de convivencia.

Posted originally: 2009-01-27 09:25:00

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