“Chusco de Intendencia, chocolate de Borrás”


“Chusco de Intendencia, chocolate de Borrás”
  Contra  todo pronóstico el sábado estaba sentada en el patio de butacas del” Siete Colinas” viendo a las agrupaciones. Hubiera preferido “el gallinero”, porque el   ambiente  más distendido y más marchoso está allí. Aunque  a estas alturas elegir hubiese sido  una provocación. Me chocó el control de vigilantes de seguridad:  tener que dejar el agua, los frutos [...]


 

Contra  todo pronóstico el sábado estaba sentada en el patio de butacas del” Siete Colinas” viendo a las agrupaciones.

Hubiera preferido “el gallinero”, porque el   ambiente  más distendido y más marchoso está allí. Aunque  a estas alturas elegir hubiese sido  una provocación.

Me chocó el control de vigilantes de seguridad:  tener que dejar el agua, los frutos secos en el ropero y la cantidad de policías que había controlando la buena marcha del concurso. Cada puerta que pasabas era un control, teniendo en cuenta que soy fumadora y suelo salir y entrar en los descansos,  todo era  surrealista.

Para quitarme el mal gusto de los controles la noche me regaló el pregón, no pudieron hacerlo mejor los chicos de Téllez, con un decorado ambientado en la Feria donde los operarios de Urbaser te barrían  los pies en medio de la algarabía.

Salió el vendedor de “volaores” (que eran bonitos) con la camiseta de Camarón, para los foráneos explicar que “el volaor” es un pescado que se consume en agosto, seco y en sal y el Chorlito,  la “volaera”(factoría artesana de los “volaores”)  por excelencia que anda cerquita de la playa,  luce una bandera enorme de  Camarón.

El turronero gitano, el Téllez haciendo de maestro de ceremonias y el Borrego haciendo de” china porculera”. No faltó ni el apagón del primer día de Feria.

Me reí, aplaudí, me emocioné…

Me gustaron las comparsas de las chicas, “Los matariles” , y “¿Quien soy yo?” que para eso los sufrí y me arrebataron  en el local social, yo cosiendo Carnaval y ellos y ellas ensayando. Eché de menos a Josemi, a Vale,  a muchos y muchas que no acudieron.

Pero los “Granillos de Arenillas”, que irrumpieron en el escenario con  olor a incienso, vestidos de monaguillos y un cura dirigiéndoles  fueron perfectos. Se metieron con Gordillo, se rieron de todo, con gracia y buen gusto.

Su segundo pasodoble me hizo ponerme en pie y gritarles “bravo” con un alma rota al igual que las palabras que  cantaban. Hablaron del gobierno local con dolor, de la desidia que ellos  tienen hacia los barrios, del paro que te puede hacer postrarte de rodillas ante el poder… pidiendo un puesto de trabajo…  me dolió pero me pareció valiente su grito ante un Presidente que los oía.

Después el gracejo, es una chirigota, bromas de sexo, algunos chistes escatológicos cantados con ironía para terminar el popurrí diciendo eso que yo siempre repito, con otras palabras y mucha menos gracia :

“ Te quiero con tus virtudes y tus defectos, con lo que tienes de blanco y tienes de negro. Ay Ceuta mía, cómo te quiero”.

 


Posted originally: 2010-02-15 00:13:21

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“Chusco de Intendencia, chocolate de Borrás”


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