- miércoles 15 mayo 2024
Actores, escritores, historiadores y músicos defienden la participación de los artistas en el debate público como altavoces del pensar y el sentir de los ciudadanos. La resistencia de los políticos a escuchar voces alternativas se percibe como una tendencia perjudicial para la democracia
El último síndrome del político español ya tiene nombre: platonismo agudo. No se trata, sin embargo, de ningún tipo de enamoramiento ensoñador, sino de la extendida creencia de que los que tienen que hablar de política son los políticos y no cualquiera al que le ponen un micro en la boca. Así lo defendía Platón, que era un sabio, pero un sabio que creía en la estricta y compartimentada división de clases: unos mandan, los otros obedecen.