El proyecto de ley del Órgano Judicial de Bolivia ha logrado la inusual aprobación por consenso de oficialistas y opositores en la Cámara de Diputados, antes de pasar a su revisión en la de Senadores. La consecuencia más inmediata es la creación de las figuras del conciliador y el Defensor del Litigante, con el objetivo de reducir los retrasos de la justicia, además de garantizar la transparencia de los procesos en beneficio de los querellantes.