Con las cámaras en el suelo encontró el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a los reporteros gráficos que habían acudido a cubrir la sesión de control al Gobierno en el Senado. La razón: en tan solo dos días (lunes y martes) dos de sus compañeros habían sido trasladados a dependencias policiales por hacer su trabajo. El primero, periodista del diario
La Razón, a manos de los agentes municipales de Madrid, y el segundo, un reportero
freelance, por la policía nacional.