Íbamos juntos , era un 8 de marzo, no recuerdo muy bien el año.
Habíamos estado en el salón del hotel celebrando el Día de la Mujer, ya sabes, premiando a algunas, haciendo feminismo, interpretando discursos sentidos que yo redactaba media hora antes, creyéndome las consignas recuerdo que tú te burlabas de mi, de mi sororidad y de mi feminismo.
Yo dejaba que te rieras mientras tus ojos me acariciaban con avidez. Yo te animaba a cambiar el mundo también desde tu espacio político. Me burlaba un poco, sólo un poco de ti y tu partido cuando comparaba vuestras consignas con las conspiraciones de La Vida de Brian
Salimos del hotel felices, al menos yo, con muchos aplausos y algunos vinos. Él estaba alli, en la puerta, en las afueras del Ayuntamiento con una gabardina a lo Bogard una noche que amenazaba sin lluvias.
Había presentado Mujeres en pie de guerra, lo traía Comisiones Obreras por el Día de la Mujer. Y andaba allí, sólo, esperando no sé que.
Así que yo dejé tu mano y me acerqué, lo besé en las mejillas y le dije al oído gracias por cantar a mis poetas y él me rodeo la cintura imperceptiblemente mientras me marchaba. No sé si dijo algo, yo no esperaba respuestas, ni siquiera sé porque te abandoné en aquel momento.
Supongo que se lo debía a mis poetas.
Tú preguntaste y yo recité a Pavese:
Seguirán otros días, seguirán otras voces. Sonreirás a solas. Oirás viejas palabras,
voces cansadas, vanas igual que trajes viejos de las fiestas de ayer.
Posted originally: 2012-07-21 00:01:38