Miguel Ángel Moratinos se convirtió ayer en el primer ministro español de Asuntos Exteriores que en 300 años pisa suelo gibraltareño y también en el primero que, en el interior de la colonia británica, recuerda que para España la reivindicación de su soberanía es «irrenunciable y permanente» y, además, «conocida por todas las partes».
Eso sí, Moratinos no cree que ha llegado aún la hora de negociar la soberanía con los británicos. Más aún, afirmó que ese asunto -piedra angular de la reivindicación española en estos tres siglos- «lo trataremos en el momento que se considere más beneficioso par...