Saif el Islam, hijo de Muamar el Gadafi, emitió anoche señales contradictorias sobre el curso de los acontecimientos en Libia. Por un lado, minimizó el impacto real de la rebelión y limitó a dos ciudades, Misrata y Zauiya (oeste del país), los enfrentamientos; por otro, reconoció abiertamente que en esa zona el Ejército regular no logra avanzar y adelantó la inminencia de un alto el fuego, previa negociación con "los terroristas", informa Reuters.