Dentro de la Blogosfera política hay subespecialidades y una de las más concretas es la que tiene R. Senserrich, ya que asume él solito el comentario a la política ferroviaria, como una y otra vez nos lo ha demostrado en los últimos días.

Concienciado de la importancia de los transportes ferroviarios, me he topado con una breve noticia que habla de la apertura, en 2011, de un trazado de AVE que permitirá ir desde Andalucía al Levante sin pasar por Madrid.

Como siempre los grandes conceptos solamente reciben breves en la información española. Llevo varias décadas aterrado con la repetición del modelo radial decimonónico que estábamos realizando primero con las autovías y luego con las líneas de trenes de alta velocidad.

Poder ir de una costa a otra de la Península sin necesidad de pasar por la capital del Reino supone un avance en tiempo y en eficacia del servicio, pero no solamente esto. Este trazado, de una red de infraestructuras que no tienen que pasar por el centro, es la plasmación en vía férrea de una concepción del Estado según la cual las diversas partes de España pueden relacionarse entre sí directamente y sin necesidad de costosos transbordos en Madrid.

Las ideas tienen su reflejo en todo tipo de realidades, incluido el diseño de la red de transportes. La progresiva ruptura de la radialidad dará más cohesión al país, en todos los sentidos, sin la necesidad de un vértice que por mucho que re refuerce siempre es uno y más fácil de caer (así como más caro de soportar).