Etoo, feliz
Sólo dos minutos separaban al Inter de la puerta de salida de la competición en la que reina desde mayo, cuando ganó la final precisamente al Bayern, su rival de ayer. Pero Etoo, un coloso, ejecutó una pantalla majestuosa, escondió el balón y esperó la llegada de Pandev para cedérselo. El macedonio la pegó con furia y obró el milagro para un equipo sobre el que hoy recae el honor balompédico de todo un país, Italia. Es su único representante vivo en los torneos continentales.
Posted originally: 2011-03-16 01:00:00