En la película "La Reina", Tony Blair aparecía dando marcha atrás, con "paso de cangrejo", tras recibir de Isabel II el encargo de formar Gobierno. A partir de ahora ni el primer ministro ni quienes atiendan o visiten a Su Majestad tendrán que seguir mirándola, sin darle la espalda, cuando se estén retirando de su presencia. El temor a caídas y lesiones, que podrían acabar en los tribunales, ha aconsejado al Palacio de Buckingham a revisar las exigencias del protocolo.
Si proverbial es el apego de los británicos a la tradición, aún más fuerte es su obsesión por la protección, de manera que la ...