“No soy de un pueblo de Bueyes…”


“No soy de un pueblo de Bueyes…”
  Con catorce años recité en el cole su “Elegía a Ramón Sijé”, demasiado fuerte para lo que ahora sería la ESO, pero entonces la educación era así. Ese poema lleno de dolor y de rabia real, terrible, plasmada en cada imagen del poeta no lo entendí entonces  aunque me rajó por dentro. Me enamoró “Sus vientos del [...]

 

Con catorce años recité en el cole su “Elegía a Ramón Sijé”, demasiado fuerte para lo que ahora sería la ESO, pero entonces la educación era así.

Ese poema lleno de dolor y de rabia real, terrible, plasmada en cada imagen del poeta no lo entendí entonces  aunque me rajó por dentro.

Me enamoró “Sus vientos del pueblo” recuerdo que preguntaba en qué año  murió, y los libros no daban datos, alguien  nos decía que la tuberculosis acabó con él.

Empecé a leerlo, a conocer a  aquel poeta cabrero, “Perito en lunas”  que me fue enredado en sus sonetos llenos de hombría , de metáforas perfectas, endecasílabos rotundos,   de virilidad y de ternura, la ternura que sólo un hombre de verdad  que ha sufrido y sabe mirar la vida, es capaz de conocer.

A Pablo, mi hijo, lo amamantaba con “ La  nana de la cebolla” hasta que se dormía, yo era “una mujer morena resulta en lunas que se derramaba hilo a hilo sobre la cuna”.

Y le deseaba como el poeta que se riera siempre…

“Para la Libertad” me acompañó en muchas manifestaciones, me contagiaba su entusiasmo de creer en un mundo nuevo.

Cuando aquel presidente de cuyo nombre no quiero acordarme, nos metió en una guerra ilegal, yo recitaba “ Tristes armas si no son las palabras” un 8 de marzo ante la mirada atónita de la mayoría del Gobierno Popular en mi tierra.

Los versos rompían la tranquilidad y la serenidad de los políticos en aquel acto políticamente correcto.

No es sólo él, los que me leéis conocéis mi amor por Neruda, Quevedo, mi veneración por León Felipe,  por Cernuda, por Lorca, por Benedetti…

Mi vida anda llena de poetas, creo que ellos me hicieron en un principio de izquierdas, luego me fui haciendo yo.

Hoy mi amigo Carlos, en su blog nos presenta el último trabajo  de Serrat, que vuelve a cantar a Miguel Hernández.:

“Traidores me echan veneno
y yo les echo valor.
Si me matan, bueno:
si vivo, mejor.”

Os dejo con la canción  de Serrat y los últimos versos de la Elegía, conjurando las palabras que Miguel Hernández nos regaló, para que él  ande  con nosotros y nosotras , como una invitación a tenerlo eternamente   a nuestro lado: 

“A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,

compañero del alma, compañero.”

 



Posted originally: 2010-02-27 22:42:57

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