Los súper mercados, las grandes superficies, están vacíos de artículos y llenos de gente, parece que a la mitad de mis paisanos les ha entrado una locura por consumir… parece la semana antes de Navidad que invadimos los centros comerciales y dejamos desiertos  los estantes de cualquier mercado. Ante la visión desangelada de las vitrinas, de los congeladores, frigoríficos ,  pastelería… recuerdo que en pocas horas comenzará el mes sagrado para los musulmanes de todo el mundo: el mes de Ramadán.

Es curioso como todos los seres humanos nos parecemos, y cómo reaccionamos igual en las vísperas de las fiestas. Ese afán de consumir nos hace iguales, nos hace cómplices de un capitalismo derrochador, nos acerca ante los pequeños errores. Y nos hace humanos, terriblemente humanos.

He hablado otras veces lo que significa para mi el Ramadán en este blog, no me gusta repetirme. Así que no os  hablaré de la harera, ni de los dátiles, ni del Imam llamando al rezo, ni del recogimiento de la oración, ni del sacrificio de los días sin comida ni agua, a treinta y dos grados  que es todo un mérito.

Esta noche me apetece más analizar lo importante que es el Ramadán, al igual que la Navidad para la economía de los ceutíes, cómo somos afortunados por disfrutar de esa fiebre de consumismo dos veces al año, como genera riqueza, puestos de trabajo , comercio y vida, vida que llena las aceras, vida que regala y genera vida.

Así que como siempre, compraré chuparquías y esperaré que algún amigo musulmán me invite a harera. Disfrutaré de una fiesta que no es mía desde el punto de vista cristiano, pero si desde el punto de vista ceutí. Y espero que todos y todas la vivamos con alegría.

Ramadan Murabak a todos los hombres y mujeres de buena voluntad.

Posted originally: 2010-08-11 23:12:01