Objetividad y subjetividad en ‘viajar al extranjero’


Objetividad y subjetividad en ‘viajar al extranjero’
El otro día un medio digital hablaba de un estudio de la Fundación de Cajas de Ahorros sobre los hábitos de viaje al extranjero de los españoles. Realmente, viendo la página de esta Fundación, uno comprueba que eso solamente es un capítulo de un estudio más amplio sobre el turismo. La información periodística, que no [...]

El otro día un medio digital hablaba de un estudio de la Fundación de Cajas de Ahorros sobre los hábitos de viaje al extranjero de los españoles. Realmente, viendo la página de esta Fundación, uno comprueba que eso solamente es un capítulo de un estudio más amplio sobre el turismo.

La información periodística, que no sé si coincide totalmente con el informe porque al ser de pago no lo he querido comprar, daba una de esa simpáticas clasificaciones entre las diferentes regiones españolas y la cantidad de sus ciudadanos que habían salido de su provincia, de su comunidad o del país.

Más allá de algunos datos sobre las veces que la gente viaja fuera de su provincia, sin intentar explicar los motivos relativos a extensión, servicios y variedad de las provincias, así como a su situación geográfica, la información sobre el informe se vuelve loca con los viajes al extranjero.

De entrada viajar al extranjero dar la impresión que es ir al extranjero, es decir, cruzar la frontera de España con otro país. Da la impresión porque los datos invitan a pensar eso, sin pagar los 17 euros que cuesta el estudio, ya que los más viajan al extranjero son precisamente ciudadanos de autonomías fronterizas con Francia (Navarra y Catalunya) y con Portugal (Galicia y Extremadura). Los que menos manchegos y murcianos (curiosamente de los que más lejos tienen las fronteras), acompañados por andaluces (los orientales están lejos de cualquier frontera) y los canarios por razones obvias.

Los ceutíes y los melillenses no salimos, pero creo que de ser encuestados hubiéramos roto el techo, ya que la mayor parte de la población pasa a Marruecos a casi cualquier cosa, desde dar una vuelta o comprar la verdura. Considerar igual todas las ideas al extranjero es un error metodológico que equipara una semana en Rusia con pasar la tarde en Andorra comprando tabaco o en Castillejos adquiriendo tomates.

Es por ello por lo que salgan menos viajeros serán los que no limiten con ningún país extranjero o esas comunidades tan grandes cuya tarde limítrofe contrarreste a la que no lo es. Quizá la información periodística debería haberse fijado más en las condiciones geográficas de los lugares, en que el extranjero no es lo mismo dependiendo del sitio de donde procedas y al que vayas y los resultados finales tenían un sesgo geográfico bastante llamativo.


Filed under: Andalucía, Canarias, Castilla - La Mancha, Catalunya, Celtiberia, Ceuta, Comunicación, Economía, Extremadura, Filosofía de la Ciencia, Galicia, Hermenéutica, Melilla, Murcia, Navarra, Periódicos Digitales, Sociedad, Turismo
Posted originally: 2011-07-10 18:04:40

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