Los encuentros después de una jornada de compromisos con la selección se han convertido en una trampa para la mayoría de los clubes. Los entrenadores viven en vilo las concentraciones y aguardan la llamada de rigor desde diversos puntos del mundo y así comprobar el obligado chequeo.
Últimamente Manuel Pellegrini sólo recibe disgustos. Desde accidentes domésticos a incidentes externos. El primer golpe duro le llegó desde Portugal el sábado por la noche. El tobillo de Cristiano Ronaldo no aguantó ni veinte minutos y dijo basta. Arriesgó en su deseo de llevar a Portugal hasta el Mundial de Suráf...