El escritor británico George Orwell afirmó que "si la libertad significa algo, es el derecho de decirles a los demás lo que no quieren oír". Y el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, parece dispuesto a no aceptar ningún tipo de críticas a su gestión. Desde que Ortega asumió el poder en 2007, ha hecho uso de las instituciones del Estado, de la justicia que él controla y de la millonaria cooperación venezolana para amedrentar a la prensa independiente, comprar medios de comunicación y, más recientemente, acallar las voces críticas.