Hoy el Comité  de Garantías del PSOE elevará a definitiva la proclamación de Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, toda vez que ninguno de los nueve precandidatos han conseguido los avales necesarios (al menos el 10% del censo del PSOE) para poderse presentar a las primarias.

Hay personas que consideran que es un gran número de avales (unos 40000) que tienen que ser conseguidos en el corto espacio de dos semanas. No pocos han dicho que estas condiciones impedían que el candidato avalado por el Comité Federal tuviera oponentes reales. Creo que es interesante reflexionar sobre esto.

El PSOE a día de hoy es el partido que gobierna el país y es uno de los dos con más implantación. Este proceso es para seleccionar la persona que presentará como candidato a la Presidencia, no al que dará el discurso en la copa de fin de año.

Para forzar unas primarias alguien tiene que ser capaz de demostrar su entidad política frente al candidato refrendado por el Comité Federal. El modo de mostrar que se tiene esa entidad política para hacer frente a la opción de los máximos representantes elegidos en el Congreso Federal es conseguir esos apoyos de la militancia en un tiempo determinado y corto. Conseguirlo es demostrar que se tiene capacidad de convocatoria y fuerza dentro del partido del que quieres ser candidato.

No deja de ser curioso que los que más querían unas largas primarias en el seno del PSOE eran los del PP, donde se desconoce ese proceso para elegir a un candidato a unas elecciones. Dicen que los socialistas no han cumplido con su anuncio, sencillamente cuando lo que ha sucedido es que no ha habido candidato con avales suficientes para oponerse a Rubalcaba, como le sucedió a Rajoy en el Congreso popular de Valencia.

Después están las críticas desde la izquierda. Hay muchos que consideran que buena parte de los problemas del PSOE vienen de no tomar las decisiones como han de tomarse y/o bien de haber abandonado los valores de la izquierda. Los de la primera opción consideran que las primarias son el procedimiento clave para hacer las cosas como se deben hacer, de forma que olvidan que las primarias, como cualquier otro procedimiento, no te garantizan elegir al mejor. Los que mantienen la segunda opción, que normalmente coinciden con los que también mantienen la primera, parecen no darse cuenta de que la mayoría ha elegido al PP, muy poco a IU y unos cuantos a la marca blanca de la derecha que es UPyD.

El coste y desgaste político que suponen las primarias para los grandes partidos no tiene que asumirlo solamente uno de los grandes, sino que debería ser asumido obligatoriamente por al menos los dos más importantes. Y ello es así porque los mismos españoles que reclaman más democracia interna luego detestan que en un mismo partido haya más de un candidato.

Posted originally: 2011-06-18 21:11:07