El cierre y la posible suspensión de pagos, o incluso una posible venta a terceros, de la aerolínea que preside Gerardo Díaz Ferrán, Air Comet, puede ser una bendición para el desarrollo de los negocios del resto de las empresas que conforman el Grupo Marsans.
Y es que no hay mal que por bien no venga. Deshacerse del «garbanzo negro» implicará liberar al Grupo de una pesada carga que puede ser perjudicial para el crédito y desarrollo de la marca en el mercado.
Con esta paradoja sobre la mesa, el también patrono de los empresarios podría además salir reforzado ante la cita del próximo comité e...