¿Solución Suárez?


¿Solución Suárez?
Con el Real Decreto-Ley 8/2010 muchos analistas, periodistas y blogueros han dado por concluida esta Presidencia y comienza a calentar motores para la próxima. Una cosa es que la Presidencia se dé por acabada y otra cosa es que efectivamente haya terminado, por lo que parece que hay muchas personas reflexionando las más diversas formas [...]

Con el Real Decreto-Ley 8/2010 muchos analistas, periodistas y blogueros han dado por concluida esta Presidencia y comienza a calentar motores para la próxima. Una cosa es que la Presidencia se dé por acabada y otra cosa es que efectivamente haya terminado, por lo que parece que hay muchas personas reflexionando las más diversas formas de terminar fácticamente lo que políticamente consideran concluido.
 
Hemos oído hablar de elecciones anticipadas y de diversos tipos de mociones de censura. Ahora lo que está en boca de todos es la posibilidad de que se convoquen elecciones después de que no sea posible aprobar el Presupuesto para 2011 (una temeridad económica) o que se pacte con CiU la aprobación del Presupuesto a cambio de unas elecciones coincidiendo con las municipales y autonómicas.
 
Después están los que apuestan por un cambio de Presidente hecho desde el mismo Partido Socialista, de forma que sea el PSOE el que quita al Presidente y nombre entre los suyos a un nuevo Presidente. Es lo que Miguel Ángel Aguilar llamó en “El País” una ‘Solución Suárez’.
 
Adolfo Suárez, ahora elevado a los altares de la benevolencia histórica, fue un Presidente que tuvo que dimitir en medio de una gran impopularidad y por las presiones de su propio partido, la Unión de Centro Democrático (UCD), cuyos notables (una amalgama de funcionarios del Franquismo con trasplante facial democrático) pensaban que sin Suárez tendrían posibilidades de ganar las elecciones frente al irresistible PSOE de Felipe González. El resultado fue que Suárez efectivamente dimitió, fundó un nuevo partido y consiguió dos escaños en el Congreso, pasando la UCD de gobernar a tener solamente doce diputados, ya que la mayoría de sus votantes se fueron a la Alianza Popular de Fraga y al PSOE.
 
Teniendo en cuenta el desastre político que supuso la ‘Solución Suárez’ me resulta llamativo que haya quien se la proponga al PSOE desde las páginas del periódico más leído por los socialistas.

Además hay que plantearse algunas cosas: como si la ‘Solución Suárez’ es una solución, cómo tomarla, a quién poner y para qué.

La estrategia de responsabilizar personalmente de toda la crisis al Presidente Rodríguez Zapatero no deja de ser eso, una estrategia política sumamente antigua. Al principio el ex Vicepresidente Solbes era la maldad económica absoluta, era el motor primero de toda la crisis que España estaba padeciendo. Una vez desaparecido Solbes, Zapatero quedó sin parapeto y lo que antes se decía del responsable económico ahora se dice del Jefe del Ejecutivo, pasando Solbes de ser un malvado a ser un santo sabio.

Si el hecho que José Luis Rodríguez Zapatero dejase de ser Presidente del Gobierno e inmediatamente desapareciera la crisis económica, yo sería el primero en pedir su dimisión y en hasta pagar de su reducido sueldo para que estuviese una temporada en la “Estación Espacial Internacional”. Si el simple de que Rajoy y sus chicos del PP pudieran compatibilizar sus comparecencia en los juzgados con el desempeño del Gobierno de España, terminara “ipso facto” con la crisis, me apuntaría como loco a votarles.

Pero mucho me temo que no es así y que los efectos serían los contrarios, ya que tanto una dimisión como una convocatoria electoral dejarían paralizado al Gobierno al menos tres meses, ya que no es sólo un cambio de puesto, sino cesar y nombrar a todo un equipo y ya sabemos que hasta que uno aprende dónde está la puerta se pasan noventa días si el cargo es inteligente.

Ahora que el Gobierno se ha animado a tomar medidas, lo mejor es que continúe y una vez que le ha cogido gusto al Decreto-Ley lo conveniente es que mantenga la dosis, porque tiene un durísimo síndrome de abstinencia. Un cambio de gobierno es lo último que España necesita, salvo si lo que quiere es generar desconfianza y no tener ninguna capacidad de obtener financiación exterior sin pagar unos intereses usurarios.

Supongamos que esa ‘Solución Suárez’ es eso, una solución y remedio a todos nuestros males. Suárez dimitió, presionado pero lo hizo él. Y si no hay dimisión, ¿cómo se puede destituir a un Jefe de Gobierno y líder de un partido en España? (ya lo intentaron con Rajoy y les fue imposible). Solamente hay dos posibilidades: o que el Comité Federal tumbe el informe de gestión en su próximo sesión (lo cual abriría la veda en todas las federaciones regionales a hacer lo mismo y solamente quitaría a Zapatero la Secretaría General) o que el Grupo Parlamentario Socialista presente una especie de ‘automoción de censura’, algo que debe ser el ingrediente de los sueños húmedos de algunos comentaristas pero que actualmente está más allá de la ficción.

Hagamos una nueva suposición: hay dimisión o informe de gestión negativo o automoción de censura. ¿Quién organiza todo eso? ¿Quién sería el nuevo Presidente? No sería nada fácil entre otras cosas porque el PSOE, como cualquier partido, es una especie de monolito superficial, pero realmente es un compuesto de numerosas tendencias tanto geográficas como ideológicas. La presunta solución se convertiría en un problema mayor porque dejaría al principal partido sin liderazgo y al país sin Gobierno mientras que alguien intenta ponerse de acuerdo en quien poner. ¿Y una especie de ‘golpe palaciego’? Lo dicho, no estamos en la época de Suárez.


Archivado bajo:Celtiberia, Chorradas Políticas, Ciencias Políticas, Diseño de Jugadas, Economía, Historia, Partido Popular, Política, PSOE, Rajoy, Zapatero
Posted originally: 2010-05-28 18:48:12

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