El pasado miércoles, en pleno apogeo de la crisis del referéndum griego, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) tomó la decisión de abortar su salida al mercado para captar 3.000 millones de euros en bonos a diez años que iban a ser destinados a Irlanda. En teoría una minucia, si se tiene en cuenta que, pocos días antes, los 17 países de la zona del euro habían anunciado su decisión de avalar con hasta un billón de euros al FEEF. Bastó sólo el anuncio del referéndum griego para que el dinero saliera en estampida y convirtiera en certeza el riesgo de no cubrir la emisión de los bonos de la eurozona o bien de hacerlo a un precio prohibitivo.
Posted originally: 2011-11-06 10:52:00