Hubo un tiempo en el que en la Unión Soviética se decía (y casi se exigía) que la pluma del escritor fuera como el fusil. Esos tiempos y toda la Historia que arrastraban en sus hombros parecen haber pasado a mejor vida para la prosa rusa de nueva generación, encarnada en el premio Debut (otorgado anualmente en Rusia al mejor escritor menor de 25 años) y que estos días visita fugazmente la Feria del Libro de Madrid. Tres de estos jóvenes escritores rusos (Alekséi Lukiánov, Ígor Savéliev y Gula Jiráchev) han ejercido de improvisados portavoces en España de lo que denominan, sin miedo al difícil ...