Los hechos recogidos en la sentencia sucedieron el pasado 8 de febrero, cuando el acusado se dirigió al hospital para conocer unas pruebas que le habían realizado a su madre, a la que encontró sentada en la sala de espera después de haber sido dada de alta por el Servicio de Neurología. En ese momento, el acusado entró acompañado de dos mujeres en Urgencias y buscó al médico que había visto a su madre el día anterior, y tras insultarle y llamarle "racista" intentó agredirle además de amenzarle de muerte, por lo que fue expulsado por los vigilantes de seguridad. El facultativo tuvo que dejar el servicio debido al estado de agitación y nerviosismo que le causó el incidente.
Esta sentencia califica al personal estatutario como funcionarios públicos, como recoge la Ley 55/2003 del estatuto marco, lo que permite que actuaciones de este tipo se puedan juzgar como delito de atentado, ofreciendo una especial protección a los trabajadores del Sistema Nacional de Salud.