El INGESA ha atendido 36 insolaciones y golpes de calor durante los tres últimos veranos

El INGESA ha atendido 36 insolaciones y golpes de calor durante los tres últimos veranos
Temperatura real máxima y mínima los días de las asistencias.

- Un estudio de la Consejería de Sanidad pone de manifiesto que "se observan grandes diferencias entre las temperaturas reales y previstas"

- Se considera necesaria "una mejor dotación de medios materiales y personales que permita detectar con fiabilidad situaciones meteorológicas extremas"


Entre 2011 y 2013, durante los últimos tres años, se atendieron en el Hospital Universitario del INGESA en Ceuta un total de 36 asistencias por patologías relacionadas con el exceso de temperaturas durante el periodo de junio a septiembre. Catorce de las víctimas fueron mujeres y 22, hombres. El porcentaje de asistidos por sexos en el periodo global y en todos los años es siempre superior en hombres (61,11%) que mujeres (38,88%), según el estudio que ha realizado de ese periodo el Servicio de Epidemiología de la Ciudad, que lo ha publicado en su último Boletín especializado.

Los grupos de edad más afectados son las personas de 15 a 64 años con el 61,1%, de 0 a 4 con el 11,11%, de 5 a 14 con el 22,22% y los de más de 65 años con el 5,5% de acuerdo con los datos del Servicio de Admisión y Documentación clínica del Hospital Universitario del INGESA de Ceuta.

El pico de asistencia se concentra en las semanas epidemiológicas 27 y 31, a mediados de julio y de agosto. En la mayoría, el diagnóstico fue el golpe de calor e insolación.

María Dolores Barrientos y Concepción Iglesias, las autoras del estudio, también han analizado las diferencias más llamativas encontradas entre las temperaturas previstas y reales. Durante el periodo analizado no se activó ninguna alerta por temperaturas pero hubiese sido necesario hacerlo cuatro veces durante los veranos de 2011 y 2012.

"Se observan grandes diferencias entre las temperaturas reales y previstas", advierten las técnicos, que interpretan que "estas discrepancias dificultan en grado sumo la toma de decisiones destinadas a activar las situaciones de alerta" y se deben principalmente "a la inadecuada ubicación de la estación meteorológica en Ceuta (anexa al helipuerto militar en Loma Margarita), a la falta de personal en la estación que valide las temperaturas registradas y las numerosas ausencias en los registros de temperaturas reales recibidos", por lo que se considera necesaria "una mejor dotación de medios materiales y personales que permita detectar con fiabilidad situaciones meteorológicas extremas".

Las asistencias se realizaron en jornadas como la del 3 de agosto de 2012, cuando la temperatura real máxima llegó a 37,5 grados y la previsión apenas pasaba de los 30, por ejemplo.

El INGESA ha atendido 36 insolaciones y golpes de calor durante los tres últimos veranos


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