El fin de semana más infernal que recuerdan en el cuerpo de bomberos deja una conclusión clara para los bomberos interpelados: es urgente reforzar la plantilla del Servicio de Extinción de Incendios y Emergencias (SEIS), una urgencia para la que, de momento, tienen la promesa de Gobernación, que baraja sacar nuevas plazas de bomberos, aunque sin precisar plazos ni números, aunque el presidente Vivas ha garantizado que el Presupuesto del año que viene van a ser reflejo de esta prioridad".

“Estas situaciones demuestran que la plantilla es corta”, resume el representante sindical deUGT , José Miguel Antúnez. Y ni tan siquiera los diez nuevos bomberos recién incorporados –que no estarán a pleno rendimiento hasta al menos diciembre- sirven para paliar las necesidades: recientemente se han jubilado dos, en los próximos meses se jubilarán otros cuatro “y en cinco años se jubilan veinte más”, añade Antúnez reclamando a la Ciudad que exprima la reposición de las vacantes al máximo que permita las Ley.

De momento, ha admitido el presidente Vivas, el Gobierno estudia sacar a oposición libre en una operación probablemente plurianual nuevas plazas. Cuántas y cuándo dependerá del consejo del jefe de bomberos y de la disponibilidad de recursos económicos. Fuentes internas del cuerpo de bomberos asegura que la Ciudad baraja sacar 11 nuevas plazas, como primer paso para el refuerzo de la plantilla. Vivas ha prometido acometer esa ampliación "en un horizonte plurianual, porque quizá todo no se pueda acometer en un ejercicio de una manera suficiente". Las diez nuevas plazas son, insiste el presidente, "un gran esfuerzo" pero no colman las necesidades del cuerpo. Es solo "el primer paso, pero, "seguro que el Presupuesto del año que viene van a ser reflejo de esta prioridad", prometía el presidente.

“Hace falta una plantilla con experiencia, no sirve lo de si van diez y meto diez, hay que procurar apurar al máximo las tasas de reposición que permite la Ley, hay que llevarlas al límite”, subraya Antúnez. Además es necesario rejuvenecer una plantilla cuya media de edad avanza inexorablemente. “Tú ya no estás para estos trotes, me dijo mi mujer el domingo cuando me vio”, recordaba con humor uno de los bomberos que ha participado en las labores de extinción de los incendios. La media de edad de l aplantilla supera con creces los 40 años, calcula este bombero, y el cuerpo lo nota. Y su seguridad y la de los ceutíes exige que estén al cien por cien.

“En Ceuta, hay que recordar, estamos aislados, en la Península, a las malas, vienen de otros parques, pero aquí…”, subraya Antúnez, reclamando una mayor atención para el cuerpo de bomberos,  cuya labor, como se ve en fines de semana como el que ha vivido Ceuta, es vital. Una cuestión de vida o muerte.