La reforma y ampliación del paso fronterizo del Tarajal “pasa de los planes a los planos”, ha anunciado el delegado del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull, tras siete meses de silencio sobre los detalles del proyecto impuesto desde el Ministerio del Interior, para no entorpecer las siempre complejas negociaciones con Marruecos.

Cucurull ha adelantado algunos detalles del proyecto de ampliación del paso fronterizo, a la espera de que los desarrolle el propio ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, en una próxima visita a la ciudad autónoma. Un proyecto que contempla la ampliación del puente internacional que separa ambos lados de la frontera y que en la actualidad supone el “cuello de botella” que provoca los colapsos de tráfico, un puente que desde 2019, cuando empiecen los trabajos, tendrá como el resto de la frontera, siete carriles, tres de entrada y otros tres de salida, más unos auxiliar para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

El proyecto se ha encontrado con un inconveniente legal que ha obligado a replantear la ampliación, y es que la normativa europea prohíbe taxativamente ganar terreno al mar en zonas que no sean puerto, lo que obliga a desechar esa posibilidad y acometer el traslado de los edificios lo más cerca de la línea de costa, pero sin pasarla, y expandirlos a modo de puente sobre el paso fronterizo.

El primer cambio visible será la reordenación del tráfico peatonal que tanto de entrada como de salida circulará por la zona más cercana a la playa, eliminando las jaulas que rodean los carriles para darles un aspecto “más humano”.

Tarajal III

El proyecto contempla además la apertura de un nuevo paso fronterizo, el tercero al que se refirió el ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, ubicado en el entorno de la ITV, en el extremo más alejado de los polígonos del Tarajal y reservado a los vehículos de mercancías, esto es, a los conocidos como ‘coches patera’ dedicados al porteo Además, se prevé la construcción de una parcela de embolsamiento de estos vehículos que se ubicaría en suelo marroquí. Una iniciativa aún en negociaciones con Marruecos.

Un proyecto cuyas obras se pretende que estén en marcha en los primeros meses de 2019para lo que, adelantó Cucurull, se quiere contar “con medios propios”, o lo que es lo mismo: a Tragsa, para evitar la licitación y agilicen los trámites, a imagen y semejanza de las encomiendas de gestión que viene realizando la Ciudad.