Román ha detallado los tres flecos que aún faltan para reanudar las obras ocho años después de su adjudicación. Por un lado queda por resolver el pago de “los famosos 600.000 euros que reclama Dragados”, cantidad que la constructora reclama por los gastos derivados de la paralización de la obra. Una cantidad que ya adelantó el Gobierno que no pensaba abonar. “Ya se les ha trasladado a los jefes de Dragados que no vamos a atender (la reclamación) y que será el Consejo de Estado, como ya ha sucedido con Pasaje Fernández y otros expedientes complejos, quien decida si hay o no hay que pagar y en qué cuantía hay que hacerlo”, ha explicado Román.
Por otro lado queda por aclarar el pago de “una cantidad mínima” de 47.000 euros pendiente de resolución por parte de la Intervención de la Ciudad autónoma y una tercera que sería la actualización de precios, una cuestión técnica que está en manos de la dirección de la obra, ajena a la Administración.
Tres flecos que “no son imputables al Gobierno” ha insistido Román y que en cuanto se resuelvan podrá reanudarse la obra. La consejera y portavoz confía en que Dragados, pese a la reclamación, se encargue de la finalización de la obra. “Aun con eso estaban dispuestos a continuar las obras”, ha añadido Susana Román.