- Qué gran verdad es eso de que la cuerda siempre se rompe por el lado más débil. Hoy por hoy es una expresión de gran actualidad a la vista de las gestas del gobierno del PP.

Después de mucho tiempo maquillando la realidad y dándole la espalda, haciendo caso omiso a las advertencias y críticas que les hacíamos muchos, es ahora, cuando se ven con el agua al cuello, que les da por hacer uno de los más afilados tijeretazos.

Ya apuntaban maneras hace sólo un mes cuando aprobaron los recortes sociales más graves y contradictorios que se puedan hacer: por un lado hablando de planes de inclusión social y por otro disminuyendo los recursos de asuntos sociales. No conformes con ello, y sacando pecho cual gallitos de corral, se mofaban de quienes les advertíamos hablando de superávit, un concepto al que el gobierno le ha dado un sentido totalmente diferente al que tiene. Igual que al término austeridad.

Creo que en política una de las cualidades que más dicen de las formaciones es la de predicar con el ejemplo. Y este gobierno no lo ha hecho nunca. ¿Recuerdan aquellas imágenes del consejero de hacienda en un chiringuito de lujo justo un par de días después de la mayor subida de impuestos de la historia de Ceuta? A algunos y algunas no se nos olvidará. Bueno, pues parece ser que ahora toca recortar salarios a los trabajadores y trabajadoras de la ciudad, bajar aún más las partidas sociales (cuando nuestra ciudad tiene ya cerca de un cuarenta por ciento de la población viviendo bajo los umbrales de la pobreza) e incluso dejar sin viaje a nuestros mayores.

Pero eso sí, todo ello, sin reducir ni en un solo euro las percepciones de los miembros de la asamblea. Supongo que sobra decirles que desde la coalición que formamos UDCE y PSPC, desde CABALLAS, hemos pedido en reiteradas ocasiones reducir lo percibido por los diputados y diputadas e incluso dejar de percibir las dietas asignadas recibiendo la negativa rotunda del Gobierno local.

No es justo en absoluto pedirles a los demás que se aprieten el cinturón cuando el gobierno no predica con el ejemplo, manteniendo sueldos exagerados a personas de dudosa utilidad en la gestión local.

Pero además de ello, el gobierno parece haber borrado de su diccionario la palabra responsabilidad (entre otras) y todos miran a otro lado cuando se les pide que asuman responsabilidades por haber llevado a nuestra ciudad y a sus arcas a un estado raquítico y vegetativo permanente.

Ninguno de los miembros del equipo de gobierno local ha sido capaz de dar la cara y de dimitir por su mala gestión. Lejos de ello, lo que hacen es intentar restarle importancia y quitarle hierro a un asunto, el de los recortes, que traerá cola.