Javier Ángel Díez Nieto

Esto…quizás no sea cierto…pero hace mucho tiempo leí esta expresión de que… ¡No hagan olas! fue la que escucharon Dante, cuando junto a su guía en el infierno Virgilio, nada más pasar el rio Estinge después de pagar su precio al barquero Caronte, oyeron. Por ello y sorprendidos por dicho lastimero sonido dieron la vuelta a la pequeña montaña que les separaba del rumor. Una vez allí, vieron un enorme lago, cuyas aguas estaban formadas por excrementos y en el cual los condenados, se encontraban hundidos en él, y solo de puntillas podían sacar la comisura de sus labios sobre dicho mar de desechos. Y estos susurraban en voz alta y al unísono, apenas una sola frase… ¡Por favor…no hagan olas!, que repetían sin cesar. ¡Je.je. je! que buen anuncio de lo que es el verdadero infierno. Después de esta enseñanza… Dante y Virgilio, siguieron con sus andanzas por todos conocidas, y a los condenados y a los comentaristas anónimos, los abandonaron en el lago a su ventura.

¡Bien…! Pues actualmente España parece que se encuentra también hundida en este lago, solo que aquí, simplemente el lago se encuentra en las cámaras de nuestros gobernantes nacionales. Y únicamente, la frase pronunciada por muchos de nuestros diputados es la de … ¡Que me dejen como estoy, aunque hagan olas y tenga que tragar estas heces! ¡Que dependo solo de mi buen sueldo poco trabajado! ¡Chúpate esa…! Y así muchos, asumen los inconvenientes psicológicos que supone vivir bien económicamente acosta de todos los demás, aunque se sientan inadaptados para ello. ¡Es el mágico atractivo de un regalado sueldo estatal!

No obstante, y a pesar de sus ruegos, el Tribunal Constitucional, entiéndase como el tercer poder, porque así debe ser…” El judicial”, independiente de los demás poderes, es decir del ejecutivo y del legislativo (estos últimos verdaderos aguadores del lago con sus sentinas), les ha golpeado en sus aguas tranquilas y les ha obligado a beber un poco más de lo que ellos mismos vierten. Y es que además… ¡Pues no va Europa y les dice poniéndolos ante su propio espejo…” Respeten a las normas y procedimientos constitucionales”! ¡Jo…que chapoteo malsano deben estar tragando algunos! Por ello, debemos prepararnos para un griterío ensordecedor de los que no han visto sus expectativas satisfechas. No olvidemos que los coprófagos son felices en sus hediondas aguas y nadie puede decirles nada, ya que ellos piensan en sus fúnebres sueños que, duermen cerca del cielo cuando escuchan evacuar a sus propias sentinas.

No obstante, los demás… ¡Los que creemos en la separación de poderes (eso si cada vez somos menos), debemos prepararnos para sufrir las algaradas y trampas que se avecinan! Porque los aguadores de dicho lago, no se conformarán con esta decisión de seguir las normas y procedimientos legales. Es más, ellos están seguros, que solo la democracia es la que ellos imponen y… ¡Nadie más! ¡Jo…que fuerte…tíos!  Y el problema es que yo los entiendo, porque ya está bien que cada cual vaya a lo suyo…esto es intolerable…por el contrario nuestro gobierno simplemente solo va a lo suyo… ¡Como debe ser! Y solo responderán ante la historia, que para eso el mismo es una unidad de destino en lo universal.

Por ello, en nuestra actual democracia unilateral, solo es válido y legal, tan solo aquello que al gobierno social comunista, les dé la gana. Magnifica evolución de la sociedad occidental. Así que… ¡Anda tu Mendi!, que, como hermosa expresión de izquierdas, resume el balado ovejero de todo un cada vez mayor rebaño. Y.… ¡Que a mí me dejen como estoy! Porque no nos engañemos… ¡Un rebaño de ganado lanar…y su “Beee”, como secreto de la leche de cabra que disfrutan…conforman una magnifica mayoría, que todos debemos seguir!

Pero…sobre todo…sobre todo… ¡Por favor no hagan más olas! Aunque no nos engañemos…bajo este gobierno social comunista, disfrutaremos de una gran borrasca con grandes olas golpeando nuestras convicciones de libertad en toda la nación. Pero bueno…seamos serios los Pedros nunca tuvieron buena fama, así aquí hemos tenido a Pedro el Cruel y en Rusia a Pedro el terrible, luego… ¡De que nos podemos extrañar con los Pedros! Ahora solo tenemos a otro Pedro, que simplemente considera que su palabra es la ley, pero que sin duda es más benévolo, que los anteriores Pedros y sus decisiones son verdaderos vehículos de moralización democrática. Por ello… ¡Conformémonos y disfrutemos del lago que nos regalan! Así que… ¡Anda y que … y sobre todo la resignación del bardaje es la que debemos asumir!