- Son muchas las razones para que nuestro país salga adelante y gane ante las dificultades que venimos soportando desde hace años. Ahora se está acabando el plazo para llegar a un acuerdo, pero todavía hay que agotar la última posibilidad de conseguirlo.

De no ser así, nos espera ir a elecciones. No es lo deseable, pero sería la última opción democrática para desbloquear la situación.

No estamos en campaña electoral. Todavía tenemos tiempo, aunque el índice de probabilidades es mínimo. Pedro Sánchez, desde el 21 de diciembre ha trabajado denodadamente para conseguirlo. Después del Acuerdo con el partido de Ciudadanos, el PSOE no es rehén de intereses estratégicos electorales o de coalición, como sí parece que ocurre en otras organizaciones políticas.

El PSOE continúa pensando en el modo de contribuir a resolver los problemas de la ciudadanía. Es su razón de ser y lo que persigue. Pedro Sánchez, con todo el PSOE, trabaja para que salga ganando España. Hasta el último segundo seguirá la puerta abierta. El Partido Socialista no ha sido el que se ha levantado de la mesa de negociación, siempre ha estado dispuesto a dialogar y aproximar posiciones, con los límites de la legalidad constitucional, pero tratando de evitar nuevas elecciones.

Es cierto que Pedro Sánchez no ha estado dispuesto a negociar con el Sr. Rajoy y el PP. Sin embargo, esta formación política no es la más indicada para dar lecciones sobre las premisas del diálogo. En los últimos cuatro años el Gobierno del PP ha estado totalmente cerrado y aislado al diálogo. Entiendo que Pedro Sánchez no se mueve por simpatías o antipatías, caerse mejor o peor, pues los intereses de España son mucho más importantes que esa circunstancia.

Son las políticas practicadas, que han aniquilado las soluciones que necesita nuestro país. En estos últimos cuatro años, las políticas de austeridad y desigualdad, con las clases medias y trabajadoras han limitado la esperanza de muchos grupos sociales. A ello hay que añadir el problema de la regeneración democrática. Todos los días nos invaden noticias con problemas de corrupción que asedian a cargos públicos del PP, mientras se empeña en seguir oponiéndose a la eliminación de los aforamientos.

El Sr. Iglesias está evitando con su negativa a dialogar con las fuerzas del cambio, que un nuevo Gobierno tome las riendas de la gobernabilidad en este país y abra el camino para resolver los problemas de los parados, del rescate a los mayores de 52 años, una alternativa a la Lomce, poner en práctica un ingreso mínimo vital y terminar con los aforados… entre otros cambios, como manifestaba recientemente Óscar López.

Podrían mencionarse muchos más ejemplos sobre la necesidad del cambio. En lo que afecta al consumo, el pasado día 12 de abril, en la Agrupación Socialista de Latina, en Madrid, Rafael Egido, miembro de la Ejecutiva, organizó una conferencia sobre el consumo y los préstamos rápidos, cuyo ponente fue Fernando Aragón, responsable de la Oficina Municipal de Investigación de Consumo del Ayuntamiento de Madrid.

También intervino, Encarna Martín, Presidenta de la Agrupación. Después de analizar la problemática de este tema y las dificultades de los consumidores, algunas de las conclusiones en las propuestas de mejora fueron en la línea de reforzar las prácticas democráticas. La importancia de la voluntad política de los partidos y las instituciones, para llevar un seguimiento sobre los informes periódicos, que introduzcan cambios legislativos, que favorezcan la efectividad de las resoluciones, el refuerzo del control público, la transparencia con el consumidor. No se comprende que mientras el Banco Central Europeo realice prestaciones cercanas al 0%, al consumidor se las pongan a intereses más cercanos al 8%.

En el caso de tener que ir a nuevas elecciones, Pedro Sánchez puede ir con la cabeza bien alta. En estos meses ha puesto todo su empeño para conseguir un Gobierno de cambio, con todos los órganos del PSOE y colaboradores trabajando con la tenacidad que les caracteriza; pero en el caso de una nueva llamada electoral, las energías, la voluntad y el pensamiento están dispuestos para converger en un único objetivo, que la pobreza, la desigualdad, la justicia y los derechos de la ciudadanía puedan ser defendidos por un nuevo Gobierno con mayoría socialista.

Con motivo del Premio Cervantes, este año otorgado al mejicano Fernando del Paso, el autor del Quijote ha hecho aparición, aunque sea simbólicamente en la escena política. El pasado jueves estuvo en el Congreso. El día 20 de abril, Ángel Gabilondo, en el Ateneo de Madrid, realizó una disertación denominada: “Esto no puede ser solo un sueño. Cervantes y Descartes un par de modernos”

Manifestaba Ángel Gabilondo: “El Quijote es una biblioteca andante. Es el libro de la libertad. A Cervantes y Descartes les une el soñar, la lectura. Es vital para vivir. Con la acción de leer podemos contribuir a transformar el mundo. El Quijote nos invita a cómo vivir de un modo razonable. El Quijote termina con la palabra VALE. Significa, muchas gracias, sea valiente y atrévase a vivir su propia vida, con el coraje de la libertad.”

Cervantes y el Quijote son patrimonio de toda la ciudadanía española, de todos los grupos políticos. A mi modo de entender nos pueden hacer reflexionar a todos. En esta última semana estamos todavía a tiempo de lograr un acuerdo, ojalá fuera posible por el bien de Ceuta y del resto de España.

Manifestaba Antonio Chazarra, en la presentación de Ángel Gabilondo en el Ateneo: “Durante toda su vida ha buscado acuerdos y facilitado los acuerdos. Entender la razón del otro y buscar para construir. Como Ministro intentó buscar un Pacto Educativo. Estuvo a punto de conseguirlo, pero los intereses políticos de otra formación lo impidieron”. Cuando se presentó a Rector de la Universidad Autónoma de Madrid su lema era: “ Hacer una universidad de otro modo, sin exclusiones, innovadora, involucrada en lo social.”