Queremos manifestar públicamente que los alarmantes datos que se reflejan sobre el paro en Ceuta son consecuencia directa de un gobierno que no potencia ni trabaja por la inclusión y dignidad de su ciudadanía. Que vulnera abiertamente al vulnerable e intenta “parchear” con estrategias que no pueden ni tan siquiera catalogarse como tal y que como siempre solo benefician a unos pocos.
Exponemos en estas líneas que nos parece una auténtica tomadura de pelo que ni el Sr. Vivas ni su ineficiente equipo actúen para solventar y dar respuesta al desempleo que asola y padece nuestra ciudad. Nos parece ilógico e incoherente que no se conciencien que el paro juvenil es un problema y grave. Un problema que requiere medidas y actuaciones que por supuesto ha quedado bastante claro que el Desgobierno de Vivas no es capaz de solventar ni mucho menos remediar.
Señor Vivas, la juventud ceutí, es gracias a usted y a la inepta y pésima gestión que promueve su desgobierno, sinónimo de desigualdad y exclusión. Nos llaman “nini”, pero son ustedes son los que ni gobiernan en condiciones, ni hacen absolutamente nada por l@s jóvenes de Ceuta. Nuestra realidad es, el desamparo y la desprotección gubernamental. Desde Jóvenes por la Dignidad, estamos cansados de que no exista una intervención efectiva y real, que se obvien y se olviden de nuestros intereses, que se juegue con nuestra necesidad.
¿Cuáles son los apoyos que nos ofrecen? ¿Cuáles son esas “brillantes” medidas de inserción? ¿Las de echarnos y permanecer inmóviles y ajenos a todo lo que nos preocupa y vulnera?
Desde el MDyC, se ha propuesto un Plan Específico y Especial de Creación de Empleo, que tiene en cuenta la realidad ceutí y las inquietudes de la juventud. El emprendimiento juvenil, la formación en nuevas tecnologías y la agilización de ayudas y subvenciones para remediar esta drástica situación son algunas de las medidas contempladas en el plan del MDyC.
Desde Jóvenes por la Dignidad, queremos alternativas y propuestas veraces. Acciones e iniciativas ciudadanas que contemplen la responsabilidad y el compromiso que nos merecemos. Las oportunidades de cambiar la precaria situación de empleo son viables y factibles. La juventud quiere de una vez por todas, cambios reales y no “discursos electorales”.