Todo sigue igual. Un año después de la admisión a trámite de la reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha en el Congreso de los Diputados, el texto está paralizado por la falta de acuerdo entre PP y PSOE. Posturas que se mantienen a día de hoy muy alejadas.
El presidente de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, apeló ayer al diálogo para llegar a acuerdos y hacer entender que «en España hay agua para todos» y subrayó que «la batalla -del agua- se ganará cuando todos tengan claro que hay agua suficiente para llevar desde donde  sobra hasta donde falta».
«Cuando se presentó el Estatuto, los dirigentes de Castilla-La Mancha confiaban en que el texto prosperaría en tiempo al año que lleva en el Congreso, y eso no se ha conseguido», indicó Valcárcel, que realizó estas declaraciones tras firmar un acuerdo de colaboración con el alcalde de Murcia , Miguel Ángel Cámara, para la ejecución del protocolo de mejora de las comunicaciones viarias del término municipal de Murcia.
El jefe del Ejecutivo murciano explicó que se han puesto en marcha «todos los medios posibles» para paralizar el Estatuto, aunque aseveró que «esto no significa que se haya resuelto un problema, que sólo se solucionará cuando todos seamos capaces de dialogar y llegar a acuerdos sobre proyectos que son posibles». En este sentido, manifestó que la Región de Murcia el Gobierno autonómico se enfrenta tanto a la fecha de caducidad del trasvase Tajo-Segura como a la reserva estratégica de agua de 600 hectómetros cúbicos, que calificó de «descomunal».

El rechazo a más trasvases
Por otro lado, el alcalde de la localidad toledana Talavera de la Reina, José Francisco Rivas, resaltó que desde Castilla-La Mancha habrá una «oposición radical»  a que se lleven a cabo más trasvases  Tajo-Segura. «Ni es racional ni sostenible ni posible un trasvase más y habrá una posición totalmente contraria a que actúa así, de esta manera tan salvaje con nuestro río», apuntó Rivas, quien expresó su malestar «con quien toma decisiones alejadas de lo racional y desde luego porque parece inconcebible que desde una comunidad que necesita desarrollo y dinamizarse, estén con la mirada puesta en el pasado más que en el futuro».
Por su parte, la portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Isabel Rodríguez, consideró «lamentable» que «los responsables políticos del PP de esta región no se atrevan a abrir la boca para defender los intereses de la comunidad», en relación a las palabras  del consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, quien calificó de «espectáculo lamentable» y «bochornoso» el texto estatutario de la comunidad castellanomanchega.

La caducidad del trasvase Tajo - Segura
El texto de la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha refleja en su disposición transitoria primera el aspecto más polémico: la caducidad del trasvase Tajo-Segura. En el primer apartado recoge que «Los poderes públicos del Estado y de Castilla-La Mancha velarán para que [...] el volumen de agua trasvasable desde el Tajo al Segura se reduzca progresivamente a partir de la entrada en vigor del presente Estatuto hasta su definitiva extinción, que en todo caso se producirá en 2015». En el segundo apartado, el texto establece en cuanto a la sustitución progresiva de los caudales procedentes del trasvase Tajo-Segura «los poderes públicos del Estado y de Castilla-La Mancha velarán para que éste sea el fin al que se aplique prioritariamente cualquier recurso generado en la cuenca hidrográfica». En el tercer punto, el Estatuto recoge que el nuevo Plan Hidrológico de la cuenca hidrográfica del Tajo [...] fijará la dotación suficiente a las necesidades y derechos reconocidos a favor de Castilla-La Mancha por la normativa vigente en el momento de la entrada en vigor de este Estatuto, la disminución progresiva de los caudales trasvasables, así como el incremento de las reservas no trasvasables».