chivatos

Vivir y morir entre chivatos y asesinos

BILBAO En casa de los Puelles esta semana ha amanecido más temprano que de constumbre. El martes, el teléfono de Josu Puelles sonó a las 6.30. «Una llamada de mi hermana Aran me despertó, como hace veinte meses lo hizo mi madre para decirme que había explotado una bomba en el párking donde Edu solía dejar su vehículo». El hermano del subinspector de Policía asesinado el 19 de junio de 2009 en Arrigorriaga (Vizcaya) estaba seguro de que, tarde o temprano, cogerían a los asesinos. De hecho, ese era el trabajo de Edu, desenmascarar a los terroristas. Lo mismo que logró el martes la Guardia Civil,...

De chivatos y delatores

Algunos dicen que la ministra de Sanidad animó a denunciar a los incumplidores de la Ley Antitabaco y otros dicen que no, que no eran exactamente ni sus palabras ni su intención. Si Pajín animó a denunciar, le aplaudo; si no animó a denunciar, me hubiera gustado que lo hiciese. Y es que estoy harto [...]
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