VITORIA- El próximo domingo 25 de octubre el Estatuto de Guernica cumple 30 años en medio de un clima muy enrarecido, que poco tiene que ver con el irrepetible consenso que generó su aprobación. El último episodio polémico lo protagonizó ayer el PNV al convocar un acto en la víspera, el próximo sábado, para reivindicar el cumplimiento del Estatuto de Autonomía en el mismo sitio y casi a la misma hora que otro acto que pretendían celebrar trece colectivos sociales y de víctimas para celebrar el trigésimo cumpleaños del pacto vasco junto al simbólico Árbol de Guernica.
Los organizadores de este último acto, entre los que figuran Aldaketa, la Fundación Miguel Ángel Blanco y Covite, anunciaron su cancelación horas después de conocer el que llevará a cabo el PNV con su presidente, Iñigo Urkullu, al frente. Hoy explicarán en una rueda de prensa en Bilbao los motivos que hay detrás de esa anulación y darán lectura al manifiesto que pensaban difundir el sábado en el acto en el que también iban a rendir un homenaje a las víctimas del terrorismo, al entender que «han sido asesinadas por quienes rechazaron el Estatuto porque representaba el espíritu pactista y de aceptación de las diferencias de una sociedad plural».
Otro desplante a López
En su lugar, el PNV centrará su acto –que tendrá lugar en la Casa de Juntas de Guernica– en la lectura de un manifiesto en el que se reclamarán las 36 competencias que recoge el Estatuto de Autonomía y que están pendientes de transferir al Gobierno vasco por parte del Estado. El partido de Urkullu ya avanzó hace días que se ausentará, junto al resto de formaciones nacionalistas y EB, del acto conmemorativo que celebrará el Gobierno de Patxi López el domingo en Ajuria Enea y al que asistirán asociaciones de víctimas, dirigentes de PSE, PP y UPyD, representantes institucionales y del mundo de la cultura, el deporte y el Ejército, así como cien ciudadanos de a pie.
La actriz francesa Brigitte Bardot confesó que detesta "a una gran parte de la especie humana" y que se siente "mucho más cercana a la naturaleza y a los animales que al hombre".
En una entrevista publicada hoy por el diario italiano "La Repubblica" en la que la musa del cine francés y conocida activista para la protección de los animales rememora sus 75 años, Bardot agregó que abrazó esa causa "para dar un sentido" a su existencia.
Asimismo, señaló que ha escogido la soledad para defenderse y manifestó: "Me preservo de la humanidad que me envuelve. Una humanidad ruidosa y entrometida. Vivo rodeada de animales, árboles, flores. Tengo caballos, asnos, cabras, cerdos, gallinas y, obviamente, de perros y gatos. Ni siquiera sé cuantos tengo".
Preguntada sobre lo que le queda de sus historias de amor pasadas, la actriz respondió que "bellas imágenes y bellos recuerdos" y señaló que a la persona que más amó en su vida fue a su abuelo.
Sobre su decisión de abandonar la escena cinematográfica, Bardot afirmó que en 1973, a los 38 años, no fue el cine quien "provocó una llaga profunda" en su corazón sino la vida, y que desde entonces optó por dedicarse "exclusivamente a la protección de los animales".
Manifestó, además, que la última vez que entró en un cine fue hace unos treinta años y declaró que estima a los directores con talento, aunque ve "muy pocos" en la escena actual.
Bardot afirmó, también, que la política es un tema que le "disgusta profundamente" y apuntó que tras su muerte querría ser recordada por su "batalla por los derechos de los animales".
