En las dos ocasiones en que se ha utilizado esta posibilidad legal ha sido para destinarlo a la inversión. Márquez acusó al PSOE de no estar informado sobre los niveles de endeudamiento de la Ciudad.

Después de las diez primeras jornadas, llegado a este nuevo parón liguero, el conjunto rojiblanco presenta un déficit de dos goles en sus cuentas de marcados y recibidos. Y eso que en los dos últimos encuentros disputados (Atlético y Racing) se han anotado tres dianas y se ha logrado dejar la puerta a cero. Ese balance negativo está provocado por los partidos de San Mamés, ya que a domicilio están a la par. Por tanto, se mantiene esta tendencia general negativa con la que se finalizó el curso pasado, con 47 tantos a favor y 62 en contra, de la que resultaba un -15.

El Athletic presentaba unos números saneados en este capítulo hasta la cuarta jornada. Sus dos primeros triunfos por la mínima ante Espanyol y Xerez le colocaron con un +2. La tercera victoria, esta vez por 3-2 contra el Villarreal, añadió otro golito a la causa (+3). Aunque la derrota en Tenerife ya le dejó con uno menos (+2).

Hasta un -5 tras el Getafe

La visita del Sevilla a La Catedral cambió el signo y no se ha podido enderezar el asunto hasta la fecha. La goleada de los hispalenses (0-4) metió a los leones en números rojos (-2). El único empate hasta la fecha en la competición doméstica, en Pucela a dos, mantuvo las cosas como estaban.

De nuevo en casa, continuó haciéndose más grande el agujero contra el Sporting. El balance ya era de -3. Sin embargo, no se tocó fondo con los asturianos, sino que se hizo una jornada después con el partido del Coliseo Alfonso Pérez. El Getafe derrotó a los de Joaquín Caparrós por 2-0 y le condenó a un peligroso -5.

Afortunadamente, en las dos últimas jornadas de Liga, el Athletic ha experimentado una reacción ante dos equipos con problemas como son el Atlético y el Racing. En ambos se mantuvo la seriedad en las labores defensivas y se mantuvo el candado puesto en la meta de Iraizoz. Se ganó 1-0 a los colchoneros y 0-2 a los cántabros. Así las cosas, se ha llegado a este paréntesis por los compromisos de la selección con un -2.

Y si se repasan los números, se observa que la solución al problema reside en San Mamés y en evitar atropellos como el 0-4 del Sevilla. Porque como locales, los rojiblancos han marcado seis goles y han recibido ocho. Mientras, a domicilio han sumado cinco y han encajado otros tantos.

El cero, sinónimo de ganar

Además, dejar la puerta a cero se ha convertido esta temporada en sinónimo de victoria para la escuadra bilbaína. Lo han hecho ante Espanyol, Xerez, Atlético y Racing. Total, doce puntos. Lo mismo le ha sucedido en Europa. Consiguió que el Austria Viena no marcase en La Catedral y se endosó un 3-0 a los violetas.

Curiosamente, en el único encuentro de Liga en el que los leones han empatado se hicieron dos tantos. Fue en aquella tarde loca de Valladolid en la que se empezó ganando, después se perdía 2-1 y Muniain rescató un punto a falta de un cuarto de hora

MADRID- El déficit exterior por cuenta corriente de los ocho primeros meses del año fue de 37.981 millones de euros, un 48,28 inferior al registrado en el mismo periodo de 2008, según informó ayer el Banco de España.
Los datos de la balanza por cuenta corriente, que mide las transacciones de bienes, servicios, rentas y transferencias de España con el exterior, muestran que la diferencia con el déficit alcanzado en el mismo periodo del año pasado  –73.440,7 millones– se produjo sobre todo por el descenso del déficit comercial. Así, el déficit de la balanza comercial, la que mide el saldo entre importaciones y exportaciones, cayó el 54,03% hasta los 28.841,2 millones de euros, debido a la contracción notable de los flujos comerciales provocada por la crisis, con caídas de las exportaciones del 19,8%, y especialmente de las importaciones, del 30,9%. También se debió a la reducción del saldo negativo de los productos energéticos y de los no energéticos.
Según el Banco de España, el resultado de la balanza por cuenta corriente, además, fue consecuencia, aunque en menor medida, de la disminución del déficit de la balanza de rentas y transferencias, así como de la caída del superávit de servicios.
El déficit de la balanza de transferencias –que contabiliza salidas, como las remesas de los inmigrantes, y entradas, como fondos europeos– cayó el 12,77%, hasta los 6.613,7 millones; en tanto que el de rentas, que recoge las entradas y salidas de rentas del trabajo y las de capital (como dividendos e intereses), disminuyó el 7,31%, hasta los 20.173 millones.