El ballet
Na Floresta de Nacho Duato ha abierto hoy el último estreno del teatro Stanislavsky y Nemiróvich-Dánchenko en esta temporada. Se trata de la primera obra que el director de la Compañía Nacional de Danza pone en Rusia, pero será el comienzo de lo que se perfila como una fructífera colaboración con este país. El éxito de
Na Floresta, tríptico con música del brasileño Heitor Villa-Lobos, ha sido espectacular en esta tarde en que los moscovitas pudieron también ver en el Stásik -como los rusos llaman cariñosamente al citado teatro- otra obra desconocida para ellos y también de un excelente coreógrafo:
Marguerite et Armand de Frederick Ashton y música de Liszt, que cerró esta velada en la que hubo una tercera obra maestra,
Baile Fantasmagórico, de Dmitri Briántsev y música de Chopin, el único ballet de los tres que los rusos ya conocían.
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«El Gobierno ha cambiado, el equipo de Cultura que me despidió de malas maneras ya no está. Si los nuevos responsables del Ministerio quieren contactar conmigo, si quieren que yo colabore con la Compañía o quieren alguno de mis ballets, estoy abierto para hablar con ellos. Nunca dije que no volvería a España, dije que no lo haría con esta ministra y este director general». No ha perdido contundencia Nacho Duato, que ha vuelto por unos días a Madrid para arropar la presentación del documental «Danse la danse», del realizador francés Alain Deymier, y una exposición de fotos de Fernando Marcos so...