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El Real Madrid ha empatado 0-0 en El Molinón frente al Sporting y si bien ha igualado la puntuación del Barça, ha perdido la gran ocasión de hacerse con el liderato de la Liga en solitario al no haber podido perforar la meta local muy bien defendida por Juan Pablo.
El Sporting le ha planteado al Real Madrid un partido disputado de poder a poder en la primera parte, logrando poner en aprietos a Casillas con De las Cuevas y David Barral, pero en el segundo periodo el equipo de Preciado se ha decantado por defender muy cerca de su portería y verlas venir. De todos modos, aunque lo ha intentado, el Madrid no ha podido derribar el muro asturiano.
Varias certezas asoman después de observar este partido. Por el lado del Sporting, De las Cuevas ratifica su excelente progresión. El jugador que ha crecido en el Atlético de Madrid (¿se arrepentirán en el Calderón de haberle dejado marchar?) es cada vez más importante para el Sporting. Atesora una gran calidad y le da un plus de juego y peligrosidad al equipo gijonés de tres cuartos de campo hacia delante. También se comprueba que este Sporting está más hecho a la Primera División de lo que lo estaba en la campaña anterior. Ahora maneja mejor los tiempos del partido y es más consciente de sus virtudes y falencias.
En cuanto al Real Madrid, cada vez se nota más que tiene una 'Cristianodependencia'. Ya no le alcanza con Kaká. Tampoco con la enjundia y la raza de Raúl. Está sufriendo mucho la ausencia de CR9 y ha perdido fuelle. Además se ha notado que le ha pasado factura la derrota entre semana frente al avejentado Milan. Xabi Alonso no logra imponer su fútbol en el centro del campo -desde que ha regresado al equipo tras su lesión nunca más ha gravitado en la medular y hasta su poder de intimidación desde media y larga distancia ha perdido presencia-. El músculo de Diarra y Drenthe acaba siendo más importante en un equipo sin ideas, que ya sólo depende de acciones individuales para poder desnivelar los partidos.
Por momentos el Real Madrid ha podido marcar. Se recuerdan disparos de Raúl, Kaká y hasta Van der Vaart, pero su juego no es atildado. Luce anodino y hacia el final de los partidos, desbalanceado, el equipo de Pellegrini se desespera. En el inicio del segundo tiempo ha parecido que los blancos salían con mayor aplomo y concentrados, pero en el balance general no se notado la enorme, grandísima, diferencia de presupuesto entre un equipo y otro.
Esta semana, si el Barça gana al Zaragoza como se presume que ocurrirá, se va a cuestionar todo sobre el rendimiento de los jugadores blancos y la capacidad de su entrenador. Habrá que ver si se atreven con quienes toman decisiones, porque salir frente al Milan sin delanteros en el banquillo y contra el Sporting con apenas Acuña, un chaval, como probable revulsivo, denuncia fallos en el proyecto y poca profundidad de plantilla. Así, a este Madrid, ahora ramplón, no le queda más que esperar el regreso de Cristiano Ronaldo para poder ilusionarse con matar los partidos sin tanto sufrimiento.
ASÍ LO HEMOS VIVIDO MINUTO A MINUTO