Abel Resino, entrenador del Atlético de Madrid, dirigió esta mañana el entrenamiento del conjunto rojiblanco, a la espera de la decisión de la directiva sobre su futuro en el banquillo, muy comprometido tras la última derrota contra el Chelsea (4-0) en la Liga de Campeones. El principal candidato al comienzo de la crisis del Atlético para sustituir a Resino era Quique Sánchez Flores, pero poco a poco ha ido ganando enteros la opción de Laudrup.
Cinco minutos de charla sobre el césped con sus futbolistas y una sesión suave en la Ciudad Deportiva de Majadahonda resumieron el entrenamiento del Atlético, pendiente de la posible destitución del técnico, con un futuro cada vez más incierto con el paso de los horas, tras ganar uno de sus últimos diez encuentros oficiales.
Esa racha negativa, que ha dejado al equipo más fuera que dentro de la Liga de Campeones y que le ha colocado en un momento muy difícil en la Liga, con sólo seis puntos de los 21 disputados, amenazan la continuidad del técnico hasta el punto que su futuro podría, incluso, resolverse en las próximas horas.
Apenas mes y medio después de la clasificación para el máximo torneo europeo en la previa frente al Panathinaikos, los malos resultados, agravados con el último 4-0 contra el Chelsea, han dejado a Abel más cerca de la destitución que de la continuidad.
"Soy un luchador y lucharé hasta el final", advirtió anoche Abel, minutos después de la derrota en Stamford Bridge, que aumentó la crisis de resultados del equipo rojiblanco, decepcionante en este comienzo de temporada, tanto en la competición nacional como en la Liga de Campeones.
En la Liga arrancó con la mirada en las primeras posiciones, pero no ha pasado del decimocuarto puesto, sólo ha sumado seis de los 21 puntos disputados, ha empeorado, incluso, los números de la campaña del descenso, en 1999-2000, y ha resumido las siete primeras jornadas como el conjunto más goleado del campeonato, con 17 tantos.
Y en tres jornadas de la Liga de Campeones, con un empate y dos derrotas, ha minimizado sus posibilidades de estar en octavos hasta el punto que ya no tiene margen de error, porque, dependiendo de otros marcadores, sus opciones se limitan a ganar los tres restantes duelos de la fase de grupos... y esperar.
Excesivamente frágil en defensa, con 23 goles en contra en este inicio de curso entre ambas competiciones, y sin la pegada ofensiva de la anterior campaña, en la que firmó 98 goles en sus 52 choques oficiales, el Atlético, que sólo ha marcado nueve en los últimos diez duelos, ha ganado un partido desde que superó la previa de la Liga de Campeones contra el Panathinaikos en el mes de agosto.
Desde entonces, ha sufrido cinco derrotas, tres en Liga y dos en 'Champions', y ha empatado otros cuatro choques. También presenta números alarmantes como visitante: en sus últimas seis salidas, sólo ha logrado un empate por cinco derrotas, ha recibido 19 tantos, a más de tres de media por encuentro, y ha marcado cuatro dianas.
