- sábado 27 abril 2024
Sicarios, secuestros exprés, asaltos con armas, tiroteos no pasa un día en Ecuador o Perú sin que el telediario nacional comente un acto de violencia callejera. La inseguridad está en pleno ascenso en los dos países andinos a pesar de las medidas de vigilancia decretadas por ambos gobiernos y, en el caso de Perú, del fuerte crecimiento económico.
Cinco encapuchados prendieron fuego a su carnicería en la madrugada de ayer, asegura Hamed. Se siente desamparado porque la Justicia no hace nada tras varios atentados.
El Olympiacos no olvidará su gira por Estados Unidos con un final surrealista y dejando atrás uniformes y otras pertenencias, además de una denuncia por amenazas de muerte debido a una deuda que le reclaman de hace casi una década. Un representante de un ex jugador heleno, Chris Morris, ha acusado a los dirigentes griegos de haberlo amenazado de muerte.
La historia se remonta al 2001 cuando el estadounidense Chris Morris fue cortado por el Olympiacos tras no triunfar y una operación de rodilla que frustró las expectativas que tenían sobre él. El Olympiacos le acusó de falta de profesionalidad y su representante, Tom McLaughlin, agente del jugador reclama dos millón de euros por el despido unilateral. Sus intentos ante la justicia para cobrar topaban con la jurisdicción del tribunal.
Así, la llegada del Olympiacos a suelo estadounidense ha cambiado la situación y McLaughlin y Gary Ebert, otro representante de Morris, trataron de cobrar los dos millones que dicen les adeuda el Olympiacos. Ebert, además, puso una denuncia en Shreveport (Los Angeles) donde declaraba haber recibido amenazas de muerte de alguien que declaró estar asociado al Presidente de Olympiacos y dueño del club, Panagiotis Angelopoulos. Ebert, en declaraciones a Sports Illustrated, asegura que la amenaza se produjo durante una llamada telefónica posterior a una conversación que tuvo con el propio Angelopoloulos el lunes: "Recibí una llamada de teléfono de un número de móvil griego que me decía que dejara en paz a leave Angelopoulos. Yo respondí que lo único que quería era el dinero que se debía a Morris, y mi interlocutor me respondió: 'Déjale en paz, el asunto ya está en los juzgados', a lo que yo le rebatí que estaba en mi derecho de llamarle. Ante eso, me amenazó de muerte: 'Mira, o dejas a Angelopoulos en paz o te mataré'.