Fuertes ráfagas de viento han sacudido la contundente manifestación que ha recorrido el centro de Valencia a última hora de la tarde. Unas 10.000 personas - 30.000, según los organizadores - han desfilado sin apenas consignas pero armadas de miles de banderines, bocinas y pitos. La lluvia ha sorprendido a los manifestantes cuando cruzaban la plaza del Ayuntamiento de la capital en bloques muy definidos. En primer lugar, la pancarta oficial con los dirigentes regionales de CC OO y UGT y el bloque más compacto. Detrás un bloque de Intersindical Valenciana, otro de la Unió de Llauradors y toda una miscelánea de partidos de izquierda más o menos radical. Los obreros de la construcción han reclamado la jubilación a los 60 años. Los labradores han denunciado que "la gente del campo no aguanta hasta los 67 años". Algún concejal socialista se ha dejado ver entre los sindicalistas y el único coche que ha desfilado, vinculado a un grupo de izquierda radical, hacía sonar su bocina: "Se han forrado, nos han hipotecado y, ahora, ¿dónde están los millones que han robado?".