quiebra

«No hay riesgo de quiebra, pero se ha perdido la confianza»

La situación en que se encuentra inmersa España es muy complicada, pero puede revertirse aún si se toman las medidas adecuadas. La falta de credibilidad en nuestra economía es notoria, pero existen fórmulas para revertirla. Pero hace falta esfuerzo conjunto y tomar las decisiones. Éstas son las impresiones de importantes economistas sobre la situación de nuestro país. - Luis de Guindos. Ex secretario de Estado de Economía «En esta situación sólo se puede intentar recuperar la confianza y eso exige un plan coherente y creíble de política económica» - José Luis Martínez-Campuzano. Estratega de C...

El fútbol va a la quiebra

El Espanyol, al igual que muchos clubs de la Liga española, están tan asfixiados económicamente hablando que han pedido a sus jugadores si los contratos de imagen que se les debe de la temporada pasad

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Nadie quiebra el pacto del silencio

El invierno se ha instalado un año más en Fago, en el corazón del Pirineo. Es el ciclo natural. Pero hay otro invierno, sociológico, que hace años empapó al escaso y dividido vecindario de un pueblo cuyo anonimato se rompió, a sangre y fuego, el 12 de enero de 2007. Ese día caía muerto a tiros de escopeta su alcalde, Miguel Grima (PP). Semanas después era detenido por el crimen el forestal Santiago Mainar, que en las jornadas previas se había prodigado ante los periodistas. Mainar era enemigo declarado de Grima. Entre víctima y acusado se había dividido el vecindario y aquel ambiente enrareci...

El “bi-equipismo” lleva a la quiebra al resto

Hace mucho tiempo que no hablo de fútbol, pero como ayer vi completo el partido entre el Racing y el Barcelona, cosa que no me suele suceder muy a menudo, me voy a lanzar. Durante todo el partido tuve la sensación de que el partido era superfluo. Se sabía que el Barcelona iba a ganar y [...]
Opinión

Quiebra social

Ha saltado la noticia del joven trabajador boliviano, Franns Rilles, al que su patrón abandonó, gravemente herido, a doscientos metros de un hospital. Había perdido un brazo en accidente laboral, y el empresario lo había tirado a la basura. En su despedida le advirtió que no debía contar a nadie lo sucedido. El hombre trabajaba en una panificadora de Real de Gandia (Valencia) desde hacía dos años, con jornadas de 12 horas diarias, sin contrato, y por un sueldo de 23 euros al día.

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