sublime

Sublime espectáculo en San Mamés

Athletic y Racing obsequiaron a los aficionados con un partidazo para cerrar la jornada 29. Llorente, por partida doble, Toquero y Susaeta marcaron por el Athletic, mientras que Tchité y Bolado, también con dos tantos, pusieron los goles cántabros.  Leer

El Liverpool golea al colista con un doblete de un Torres sublime

El Liverpool de Rafa Benítez recuperó la sonrisa arrollando al colista de la Premier, el Portsmouth, y sumó tres puntos que le mantienen en la lucha por el cuarto puesto que da acceso a la Liga de Campeones. Torres, que marcó dos goles y dio otros dos, fue ovacionado al ser sustituido.  Leer

El sublime Millet

Se ha comparado a Félix Millet, el estafador musical, con Bernard Madoff, el broker implacable. Es injusto. Madoff robaba a los ricos, y Millet se reía de todo el mundo. Madoff está en la cárcel y Millet anda libre. Además Millet es de estirpe aristocrática: sobrino del fundador del Orfeón catalán y, entre otros muchos cargos más o menos honorarios, presidente de la Fundación Orfeó-Palau de la Música. Fue filántropo, a su manera. No sólo sacaba dinero de una institución financiada con el dinero de todos. Al parecer, también dedicaba sustanciosas cantidades, de las que él mismo había sustraído, a financiar las actividades de los partidos políticos, en particular los nacionalistas, que a su vez le han garantizado la impunidad durante muchos años. Por si fuera poco, el caso Millet tiene sabor histórico. Confirma que la tradición pactista y negociadora de la Corona de Aragón ha renacido en la sociedad barcelonesa de hoy. Se puede tomar pretexto del enraizamiento de Millet en lo más tradicional y exclusivo de la ciudad condal para sacar una lección moral sobre el patriotismo. El escándalo respaldaría la idea de que el patriotismo es una simple pantalla para sinvergüenzas. A mí, y lamento parecer ingenuo, me parece al revés. La corrupción es inevitable en el ser humano y sistemas políticos como los actuales, con prebendas repartidas a mansalva por los gobiernos, la multiplican y la extienden. El patriotismo, que es la lealtad al propio país y la disposición a sacrificarse por él, contribuye a limitar la corrupción porque fuerza al interés personal a subordinarse, en la medida de lo posible, al bien común. Por eso, la corrupción que ha destapado el caso Millet, tan cargado de simbología artística en el registro más sublime, no ha puesto en cuestión la noción de patriotismo, sino la calidad del patriotismo catalán. Si quienes lo encarnan hacen lo que Millet ha hecho, ¿de qué se está hablando cuando se habla de nación catalana?

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