Cualquiera que pase habitualmente, o incluso de vez en cuando, por la Plaza Rafael Gibert (o Plaza Vieja, como es conocida por casi todos) puede observar que esta antaño animada zona de la ciudad es utilizada como improvisado aparcamiento por propios y extraños. Una situación que parece que el Gobierno local quiere normalizar, ya que el presidente Juan Vivas ha anunciado que se estudia un posible proyecto para convertir la plaza en un aparcamiento, con una capacidad apróximada de 30 plazas.

Tras la marcha atrás del Gobierno local en su intención de trasladar el mercado de abastos a la Manzana del Revellín, la zona de Plaza Vieja y Patio Hachuel se perfila de nuevo como posible destino del nuevo mercado de abastos. Una opción que ya barajó el Gabinete de Vivas antes de que la no aceptación del recurso contra la sentencia del TSJA obligase a reactivar la maniobra para ubicar el mercado en la Manzana del Revellín. De hecho, la Ciudad ya inició en su momento el proceso de expropiación de la Plaza Vieja.

La portavoz del Gobierno local, Yolanda Bel, ha reiterado la intención del Ejecutivo de construir el nuevo mercado central en la zona comprendida entre el Patio Hachuel y la Plaza Vieja. Un proyecto que cuenta con el visto bueno de los concesionarios del actual mercado, sin cuya aprobación la Ciudad no piensa realizar actuación alguna.

El delegado del Gobierno, Jenaro García Arreciado, ha declarado que la amenaza terrorista de Al Qaeda sobre Ceuta "es una noticia vieja" después de que el juez Baltasar Garzón asegurase en una entrevista en La Vanguardia que la ciudad autónoma podría ser el siguiente paso en la escalada de atentados en el norte de África. García Arreciado cree que estas declaraciones pueden recibir "cierto realce por la personalidad de quien lo dice" y el medio en que se ha publicado, pero que "no es nada nuevo". Para el delegado estas palabras sí reafirman que "con atentados o sin ellos no se puede bajar la guardia, y eso es lo que está haciendo el Gobierno".