El candidato a la Presidencia de la Ciudad de Caballas, Mohamed Ali, y el número 3 de su candidatura, Juan Luis Aróstegui, han comparecido este lunes ante los medios, tres días después del inicio de la campaña, para "denunciar públicamente" la "excepcionalmente grave" actitud que a su juicio vienen demostrando el Partido Popular y sus líderes en la contienda electoral. "El PP tiene, como formación que gobierna, la obligación de ser respetuoso con las normas y la administración de los recursos públicos, pero en lugar de serlo inclumple la legislación electoral, sus propias ordenanzas y todo principio ético empeñado en hacer real el dicho de que 'el derecho se acaba en el Estrecho', precisamente el tópico que nosotros estamos decididos a erradicar", ha explicado Aróstegui.

Los líderes de la oposición se refieren a los expedientes y sanciones que acumulan Vivas y el PP ceutí por dar carrete en precampaña a su gestión de los últimos años, algo prohibido por la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, norma que aparentemente también vulneró Rajoy cuando pidió el voto en público antes de que arrancase la campaña; al uso de vehículos municipales al servicio de su caravana electoral; a la colocación de pancartas y banderolas en árboles y jardines pese a que la normativa local lo veta y a la cancelación de la redifusión en horario de máxima audiencia del primer debate entre Ali y el presidente por la televisión pública.

De este último hecho Aróstegui ha dicho que se trata del "atropello más grave que se ha conocido" del respeto a la limpieza electoral conocido. "Este es el PP de Ceuta, el partido de la trampa, la indecencia y la inmoralidad, el partido del régimen del silencio, el que como no puede frenar de otra manera nuestro ímpetu recurre a todo para que sólo se escuche lo que Vivas quiere, cuando él quiere y como él quiere", ha lamentado la formación localista.

"Cuando Vivas no está blindado está muerto"

Caballas se lo temía: "Sabíamos que cuando Vivas no está blindado está muerto, que cuando se le pone cara a cara con el fracaso escolar, el enchufismo, el paro, el deporte base, su forma de atender a los más desfavorecidos, tiembla, balbucea y pide socorro", ha asegurado Aróstegui. "Ali lo hizo y el líder del PP salió vapuleado, pero para evitar que los ciudadanos lo vean ha decidido impedir que la televisión pública, que nos cuesta 500 millones de pesetas al año a todos los ceutíes, emita su encuentro en horario de máxima audiencia, tal y como se había comprometido formalmente a hacer la gerente de RTVCE [Cristina Díaz]", ha argumentado Aróstegui.

"No sé", ha terminado, "si cabe más poca vergüenza, si los trabajadores de ese medio harán otra cartita; no sé si RTVCE vale para repetir una y otra vez los ladrillos de Vivas, al que se veía más digno cuando se escondía debajo de la mesa que ahora que ha aceptado un debate que después hurta a la ciudadanía para que no lo tomen en cuenta a la hora de votar". Es un agravio que sumar a la lista: "¿Se puede consentir que el PP reparta propaganda en vehículos municipales? ¿se puede consentir que use asesores de la Administración para que le ayuden en el debate?", se ha preguntado Aróstegui.

"Eso lo pagamos todos, también quienes no simpatizan con la forma de gobernar del PP, al que quizá le parezca divertido saltarse las leyes, la ética y las ordenanzas mientras castiga con inflexibilidad con ellas a todos los ceutíes con multas de todo pelaje", ha lamentado tras "apelar al ejemplo que debe dar quien maneja la administración de lo público".

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