Un año de autobuses municipales: adaptación y tímidos avances hacia un servicio moderno y eficaz
 Autobús en la parada del Mercado Central / Laura Ortiz
Un autobús, estacionado en la parada del Mercado Central / Laura Ortiz

Ya se han cumplido doce meses que han sido una rampa de lanzamiento para lo que viene este curso, que no es otra cosa que la remodelación completo de un servicio que permanecía anclado en el pasado; entretanto, los usuarios mantienen sus quejas sobre el mal estado de las paradas, la falta de accesibilidad, las averías y la nula información


El 28 de diciembre de 2022 se ponía punto y final a más de medio siglo de gestión del servicio de autobuses por parte de Hadú-Almadraba, pasando el mismo a manos municipales y, más concretamente, de la empresa AMGEVICESA. Ahora, poco más de un año después, empresa y trabajadores hacen balance de lo que han supuesto estos 12 meses, en los que ambos reconocen que se han producido mejoras aunque es mucho lo que queda por hacer.

Así, por parte de la empresa municipal, se señala al año que acabamos de terminar como el de la preparación para lo que viene. El año 2023 se ha convertido en la rampa de lanzamiento de un 2024 en el que se pretende la remodelación completa de un servicio que se mantenía anclado en el pasado.

Un año de adaptación

2023 ha sido el año de la adaptación, señalan desde AMGEVICESA. Un año en el que la empresa municipal se ha visto obligada a adoptar medidas de organización del servicio para adaptarlo a los procedimientos, protocolos y recursos humanos, lo que se ha traducido en cambios en todo el sistema de trabajo, desde las compras a la contratación del personal. Precisamente la adscripción de todo el personal de Hadu-Almadraba fue el primer paso en el proceso de municipalización, negociando con los representantes de los trabajadores las modificaciones del Convenio Colectivo necesarias para incluir las categorías del nuevo servicio, así como la creación de bolsas de trabajo tanto de conductores como de mecánicos.

Uno de los grandes escollos a los que se hacía frente con la municipalización del servicio era el relacionado con los recursos materiales. Así la Ciudad mantenía en régimen de alquiler las instalaciones de la antigua concesionaria, que tuvieron que adaptarse a la normativa en materia de riesgos laborales, y adquiría los vehículos, muchos de ellos prácticamente chatarra, teniendo que licitar suministros y repuestos que en muchos casos tardaban meses en llegar. Así, el servicio se ha enfrentado de forma continua a averías, coches que salían sabiendo que no iban a aguantar toda la jornada, e incidencias de todo tipo que afectaban a los usuarios, desesperados a la espera de que, por fin, el transporte público en Ceuta se acerque a la calidad de cualquier ciudad media.

En este ámbito, el Gobierno ha anunciado la compra de 14 nuevos vehículos híbridos, ya adjudicada, que supondrá, han insistido en diversas ocasiones, una mejora importante en el servicio. A los mismos se sumarán otros 2 vehículos eléctricos, de menor tamaño y con posibilidad de acceso a zonas hasta ahora fuera de los recorridos de las líneas de autobús, cuya adjudicación se espera que se produzca en las próximas semanas. El objetivo del Gobierno es que los primeros puedan estar en la ciudad en el mes de marzo, incorporando “las últimas tecnologías en materia de seguridad, comunicación accesibilidad y comodidad”. Supondrán, además, “una importante reducción de las emisiones contaminantes. Igualmente se encuentra en proceso de licitación un nuevo espacio para las instalaciones del servicio, desde las cocheras a los talleres.

Pequeños pasos que desde el Gobierno se pretende que den sus frutos en este 2024, como la instalación de nuevas canceladoras, de carácter provisional, en tanto en cuanto se elabora el pliego de condiciones para adquirir las definitivas que tendrán conexión con una nueva app (puesta en marcha a mitad del pasado año con la información básica de las líneas y los horarios) y los prometidos paneles informativos y que permitirán conocer en tiempo real el punto del recorrido en que se encuentra cada vehículo, como ocurre desde hace años en otros puntos de nuestro país.

La modernización de las canceladoras ha traído consigo la renovación de la tarjeta de pago y la posibilidad de recargarla en dos puntos nuevos, que se suman a las instalaciones de la empresa de autobuses en los Jardines de la Argentina. Así, desde el otoño de 2023 los usuarios pueden recargar sus tarjetas en los aparcamientos de la Gran Vía y San José, gestionados también por AMGEVICESA, y se espera que en los próximos meses esos puntos de recarga sigan aumentando, facilitando el acceso a los usuarios del autobús. Finalmente, también durante el pasado otoño, la Ciudad ponía en marcha una nueva línea, la 10, que conecta el centro de la ciudad con el Puerto y su zona comercial y que permite descargar de recorrido a la línea de Benzú, encargada hasta ese momento de pasar por la zona portuaria.

Una serie de medidas que prometen ser el anticipo de una modernización del servicio anclado en el pasado durante décadas y que han supuesto ya un incremento en el número de viajeros del 21 por ciento.

Los trabajadores, satisfechos

El presidente del Comité de Empresa, por su parte, señala que a nivel laboral las mejoras han sido evidentes durante el último año. Así los empleados del servicio de autobuses cuentan con más días de asuntos propios, sin descuento en las bajas médicas y más días de vacaciones. José Antonio Blanco ha señalado, además, que aún quedan por implantar mejoras como los nuevos cuadrantes y las nuevas bolsas de trabajadores que permitirán cubrir la demanda de servicios (que está previsto que se incrementen en los próximos meses) así como los permisos de los trabajadores.

Una de las principales mejoras, ha destacado el representante de los trabajadores, es que se cobra puntualmente y las retribuciones son mejores. Ahora, ha explicado, se encuentran a la espera de la renovación de la flota y las instalaciones ya anunciadas, lo que traerá aparejado un incremento en la plantilla. Ese, han explicado, será el momento en el que de verdad el usuario comience a notar una mejora en la frecuencia y la calidad del servicio.

Por poner un pero, en lo que sí han notado un paso atrás los trabajadores es en que “nadie ha cogido directamente y exclusivamente” las riendas del servicio de autobuses. El mismo se ha incrustado en AMGEVICESA, una empresa que ya gestiona muchos más servicios, lo que “crea malentendidos entre los trabajadores”. Una falta que, sin embargo, Blanco considera que se resolverá con el tiempo.

Sin marquesinas ni accesibilidad

Pese a los avances, sin embargo, hay quejas que se mantienen y respecto a las que no ha habido avance alguno en estos doce meses. El mal estado de las paradas de autobús es una de las quejas más recurrentes. Un año de gestión no ha sido suficiente para que se instalen marquesinas que permitan al usuario protegerse de las inclemencias del tiempo. Son 52 las que deben ubicarse y por el momento siguen sin estar a disposición de los ciudadanos.

La información respecto a líneas, dónde coger cada una de ellas y recorridos sigue siendo también uno de los grandes asuntos pendientes, así como la accesibilidad, no solo física, sino también cognitiva. En la última sesión plenaria el consejero de Fomento y Servicios Urbanos aseguraba estar trabajando en ello, no era la primera vez. En varias ocasiones la cuestión de las marquesinas ha pasado por pleno sin que se hayan producido novedades algo que Ramírez justifica en la “gestión contractual”.

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