Cualquiera que sea de Ceuta y haya tenido ocasión de vivir in situ alguna de las 90 jornadas de la última OPE estará de acuerdo con el que escribe estas líneas en que los veranos caballas están muy lejos de ser lo que eran en lo tocante a movilidad. Ya no es que la frontera esté cerrada casi a cal y canto y que, consecuentemente, el flujo de viajeros haya disminuido (que también), es que, tras largos años de pruebas y errores, las autoridades parecen haber dado -por fin- con la tecla.

Es evidente que la Operación Paso del Estrecho que acabamos de dejar atrás no pasará a la historia, precisamente, por lo dificultoso de su ejecución; tampoco por sus apenas inexistentes colapsos ni por las (pocas) molestias causadas al ceutí de a pie. La bendita culpa de que el desarrollo del operativo haya sido el que ha sido la tienen los de siempre, los que están detrás de todo, los que velan por la seguridad de la gente de bien: Policía Nacional y Guardia Civil.

Apenas dos meses después de dar carpetazo a una de las OPEs más tranquilas que se recuerdan, ambos Cuerpos han visto merecidamente reconocido su buen desempeño y su labor para con el viajero medio durante la temporada estival. Las dos instituciones han sido galardonadas -por mediación de sus principales cabezas visibles- con la Medalla al Mérito de la Protección Civil, una singular condecoración que encuentra su razón de ser en la pretensión de "distinguir a personas naturales o jurídicas que se destacan por sus actividades en la protección de personas y bienes que puedan verse afectados por situaciones de emergencia, casos de grave riesgo o catástrofes".

La idea de que los policías nacionales y los beneméritos desplegados en nuestra tierra hayan visto recompensado su esfuerzo a pie de puerto y frontera ha sido de la Delegación del Gobierno. El pretexto: "Reconocer el compromiso profesional de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado". Sin más. Desde el organismo que lidera Rafael García, consideran que el dispositivo de la Operación Paso del Estrecho constituye "uno de los hitos más exigentes para la seguridad de Ceuta", de ahí la imperiosa necesidad de valorar todo el esfuerzo que hay detrás.

En Delegación, tienen claro que "la Guardia Civil y la Policía Nacional han demostrado un desempeño ejemplar en el reto de gestionar el paso de miles de personas y vehículos". "Su compromiso y rigor han sido determinantes para que este proceso transcurra con plena seguridad y fluidez, haciendo efectivo el difícil equilibrio de garantizar los derechos y deberes de los viajeros por medio de un eficaz control fronterizo", exponía el responsable de Comunicación del organismo gubernamental, Roberto Franca.

Las tres medallas hoy entregadas a los representantes de los dos Cuerpos armados han sido de categoría Bronce con Distintivo Blanco. ¿Tres medallas para dos beneficiarios? La cosa tiene algo de 'truco': el primer emblema ha sido para el CNP; los dos restantes, para la Benemérita. La más inmediata de estas últimas ha sido para Gabriel Domínguez Barranco. El aún coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en suelo caballa ha recibido el galardón de manos del propio Rafael García antes de protagonizar un obligado posado para la prensa. Acto seguido, Juan Vivas entregaba al comandante Francisco García Melchor otra condecoración similar. Inmediatamente después, García repetía la operación con Pablo Gómez Barajas, inspector jefe de la Policía y actual máximo responsable del paso fronterizo de El Tarajal.

Ya con la medalla colgándole de la solapa de la chaqueta, Domínguez se ha hecho momentáneamente con la palabra en la que ha sido su última aparición pública para aclarar que, pese a haber sido él el elegido para ser laureado, a sus espaldas, "hay un grupo de profesionales que lo da todo por Ceuta y por España". "Espero que, tras mi marcha, la cosa continúe por la misma senda", remataba.

El siguiente en intervenir ha sido Gómez, quien ha tenido a bien agradecer públicamente a sus subordinados y compañeros de gremio "el trabajo desempeñado durante toda la OPE", saco en el que ha metido a "los miembros de la seguridad privada". "Sin ellos, todo lo que hemos hecho habría sido imposible", confesaba.

El gustoso encargado de cerrar la ronda de discursos ha sido el delegado. Antes de arrancar, García ha trasladado su enhorabuena a cada uno de los premiados; también a sus familias: "El trabajo bien hecho tiene, en este caso, doble recompensa: la satisfacción personal y la compensación que habéis recibido por ello". "Con el paso de los años, no habéis cejado en vuestro empeño de hacer las cosas bien, de poner el corazón en cada una de las acciones que habéis realizado, por eso sois un modelo a seguir", concluía el sucesor de Salvadora Mateos.