RELIGIÓN

La comunidad israelita apela a la paz y a la concordia a las puertas de la Janucá

La comunidad israelita apela a la paz y a la concordia a las puertas de la Janucá
El Salón del Trono, durante la presentación del cartel anunciador de la Janucá de 2022
El Salón del Trono, durante la presentación del cartel anunciador de la Janucá de 2022
La tradicional festividad judía dará comienzo este próximo miércoles tras el encendido del correspondiente alumbrado ornamental

La festividad judía por excelencia ya está aquí. La tradicional Janucá volverá a iluminar el centro de la ciudad este próximo miércoles tras el encendido del correspondiente alumbrado ornamental, que supondrá el pistoletazo de salida de ocho días de celebraciones en el ámbito privado.

El Salón del Trono del consistorio ha acogido este lunes el acto de presentación del evento. El mismo ha estado encabezado por los responsables del área de Cultura y por las autoridades religiosas de la comunidad israelita de la ciudad.

Como cada año (pandemias aparte), el rabino Jacob Levy ha tenido a bien explicar al pueblo ceutí cuál es el origen de tan emblemática tradición. Este se remonta a la época del Imperio seléucida, que, hace aproximadamente 2.200 años, regía la actual Israel. La festividad conmemora dos milagros acontecidos por aquel entonces. "En la época, las leyes vigentes prohibían el acatamiento de la Torá", decía Levy. Hastiados de tanta opresión, "un grupo de macabeos de Hashmona'im logró vencer a un imperio entero; ese fue el primer milagro", señalaba.

El segundo fenómeno tiene que ver con las luminarias por las que tanto se caracteriza la Janucá. "Cuando el grupo volvió al templo, los fieles se dieron cuenta de que las vasijas de aceite de oliva con las que se encendía su candelabro estaban impurificadas; todas, excepto una", explicaba el rabino. La cantidad de aceite disponible permitiría mantener encendido el candelabro durante una sola jornada. "Sin embargo, las luces duraron ocho días", agregaba el erudito.

Levy tiene claro que el mensaje que esconde la festividad es que "el milagro existe", y existe "para todos", independientemente del credo que se profese, puesto que "hay un solo Dios que otorga lo que desea a quien se lo pide con sinceridad". "Solo tenemos que llamar a su puerta; él nos responderá", comentaba.

Según Jacob, se trata de una festividad "de lo más entrañable". "En cada casa, se enciende una januquiá de ocho brazos y toda la familia permanece unida en torno a ella mientras conversa o come", exponía. Este año, la comunidad judía pedirá a Dios por la paz. "Estamos en un momento muy crítico desde que salimos de la pandemia", concluía José Bentolila.

La comunidad israelita apela a la paz y a la concordia a las puertas de la Janucá


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