EXPOSICIÓN

Diáfana y provocadora crítica a la sociedad moderna

Diáfana y provocadora crítica a la sociedad moderna
Una instantánea de la exposición de Marisa Martínez.
Una instantánea de la exposición de Marisa Martínez.

Marisa Martínez enfrenta en su exposición los mitos clásicos con los problemas de este siglo. En sus fotografías, María y José se van de botellón con un recién nacido niño Jesús, este de mayor comparte latas de cerveza y pizza precocinada con los apóstoles y Adán y Eva se pasan el teléfono móvil a escondidas en el paraíso


La fotografía de Marisa Fernández es tan clara en su provocador mensaje como artificiosa en su forma. Poner los problemas del presente en la piel de mitos e imágenes del pasado es la idea de la muestra 'Historias Sangradas', organizada por la Asociación Miradas e inaugurada hoy en la BIblioteca Pública Adolfo Suárez, en la que permanecerá abierta hasta el próximo día 25. La componen un total de 21 fotografías de elevado contraste, centradas en figuras iluminadas que transmiten sin requiebros las ideas de la veterana fotógrafa soriana.

Asistentes a la presentación de la exposición de Marisa Fernández.
Asistentes a la presentación de la exposición de Marisa Fernández.

Inicia la serie desde la derecha una suerte de introducción a su mundo. Una cara sombreada sobre una pantalla de ordenador cuyo ojo queda centrado en un triángulo. A partir de ahí, comienza el relato, una fuerte crítica a la sociedad moderna, a través de pecados capitales a la que no escapan, por ejemplo, la exclavitud a la que la tecnología somete el hombre, los impulsos sexuales más bajos, la violencia de género, las drogas, la codicia o la juventud rota.

Siempre sobre fondos negros, destacan los personajes vestidos con ropajes bíblicos e iluminados, en ocasiones de manera tan intensa que sus pieles llegan a mostrar cierto brillo. Es el caso de la de Adán y Eva pasándose un móvil con la manzana de la marca 'Apple' (ya mordida por diseño).

Instantáneas de la exposición de Marisa Martínez.
Instantáneas de la exposición de Marisa Martínez.

El uso de pieles se entrecruza con la moda de las plataformas online de contenido erótico y sexual, con una mujer solo tapada de espaldas por un abrigo animal. Sigue la serie la violencia de género, con una fémina apuñalando en la cama a su maltratador u otra con la cabeza de un hombre en un plato y las tarjetas de crédito y llaves del coche guardadas en el sujetador, sobresaliendo.

Instantáneas de la exposición de Marisa Martínez.
Instantáneas de la exposición de Marisa Martínez.

Jesucristo también aparece en dos de las imágenes que pueden considerarse más provocadoras y que podrían alejar de la exposición a cierto público. En una Cristo recién nacido es sostenido por su madre, María, que está de botellón con José. Fuman cigarrillos y beben una litrona de Cruzcampo. Criticando la laxitud moral actual. En la otra, ya de mayor, comparte latas de cerveza, coca cola y pizza precocinada, en el salón de una casa, con sus apóstoles.

Instantáneas de la exposición de Marisa Martínez.
Instantáneas de la exposición de Marisa Martínez.

Tampoco faltan imágenes críticas con el uso de drogas. En ellas, al menos en la de un hombre con túnica y turbante que fuma un porro, aparece un elemento interesante. Al menos en apariencia, el papel y el resto de elementos para el liado del canuto han sido introducidos de manera digital, a modo de montaje, sobre rodilla del personaje.

En resumen, 'Historias Sangradas' es una crítica contundente pero extremadamente sencilla de la sociedad actual, plasmada en escenas expresionistas y con vocación de provocar.

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