IGUALDAD

Marga Sánchez reivindica la importancia de los cuidados en el Día de la Enfermería paseando por la Historia

Marga Sánchez reivindica la importancia de los cuidados en el Día de la Enfermería paseando por la Historia
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Margarita Sánchez durante su exposición.

Durante la pandemia la actividad doméstica que más creció en los hombres fue “ir al supermercado”, ellas bajaron su labor investigadora y ellos la dispararon


Marga Sánchez Romero es vicerrectora de Igualdad de la Universidad de Granada, pero además es catedrática en Prehistoria. La habitual conferencia que se dicta para conmemorar al patrón de Enfermería, que se ha celebrado en la Facultad de Ceuta este martes, le ha correspondido a ella. Y ahí ha aprovechado para reivindicar cambios sociales para acercar la igualdad entre hombres y mujeres en los cuidados. De su tesis se deduce que un paso importante sería poner fin a siglos de menosprecio a los cuidados para terminar de subir a ese carro a los hombres. Dignificar la actividad vendría a significar en la práctica que más hombres apostaran por ella.

Dicho todo esto así, como poco es superficial, pero cuando lo desarrolla una catedrática de Prehistoria queda más claro de qué va esto de la sociedad heteropatriarcal. Y ahí en cierto modo, con la Edad Media y la Iglesia hemos topado.

Las mujeres llevan cuidando desde que el mundo es mundo, hace medio millón de años. Hay huesos y estudios químicos que lo acreditan. El problema no es tanto que cuiden ellas, mayoritariamente, como que aún hoy, y a pesar de una pandemia que puso esos cuidados en el primer plano, “todavía no son suficientemente reconocidos” y la clave está en que “la asociación de los cuidados a las mujeres ha hecho que ni ellas ni los ciudadanos tengan la relevancia histórica que se merecen”.

Y eso no son cosas del Neolítico o el Paleolítico cuando las mujeres se ha documentado que ya cazaban con los hombres, pero también cuidaban.

“Ha sido una construcción. No podemos negar que las mujeres se han dedicado al cuidado en su mayor parte y sigue estando ejercido por las mujeres en la actualidad. Pero el problema no es que atribuyamos a las mujeres el cuidado, el problema es que lo atribuimos con una valoración mala, como que no tiene una importancia social, no usan tecnología, no tienen influencia política ni social, y tienen mucha, y ese es el gran problema. Como eso hay que valorarlo porque no puede ser que siga recayendo en nosotras y que eso signifique que las carreras o las vidas profesionales y académicas de las mujeres no salgan adelante porque nosotras somos las corresponsables; tiene que haber más políticas de conciliación y corresponsabilidad para que los hombres que se están incorporando al cuidado poco a poco lo sigan haciendo y lo sigan haciendo en mayor número y en mayor número de actividades. No es justo que una cuestión que beneficia a toda la sociedad solo recaiga en la parte femenina que muchas veces se siente obligada a hacerlo”, ha explicado la catedrática.

Eso era así antes y sigue siendo así ahora. Tanto que un estudio realizado por la Universidad Complutense ha concluido que en el ámbito académico, “la pandemia supuso que la producción de las mujeres investigadoras bajara muchísimo con respecto a los hombres, que aumentaron su producción porque se encerraron en sus casas e hicieron lo que hacían siempre. Y las mujeres ¿qué hicieron? Ocuparse no sólo de los ciudadanos, sino que en muchas ocasiones estas mujeres tenían gente que colaboraba en la casa y dejaron de tenerla y entonces tuvieron que asumir ellas los cuidados”. Esa realidad se apoya en que por ejemplo, el estudio ha documentado que “la actividad doméstica que más creció en los hombres durante la pandemia fue ir al supermercado. Porque era como cuando los prehistóricos iban a cazar, hemos asumido que esto es lo peligroso y las mujeres asumieron la preparación del alimento, la limpieza, la socialización, los tele coles de los niños… y todo eso supuso una bajada en la investigación”.

No es sólo que cualquier atisbo de inteligencia haga conveniente ya cuestionar esos roles transmitidos desde los siglos, sino que ni tan siquiera el peligro era ir ahí fuera con un virus tan contagioso y sin remedio que cogerlo fuera casi implicaba de forma automática transmitirlo dentro, y por tanto el peligro lo corría todo el hogar.

Hace falta educación y dignificar los ciudadanos para alcanzar más igualdad y que más hombres se sumen, como ya lo están haciendo a descubrir que cuidar también ofrece otra perspectiva interesante y reconfortante del mundo, según ha explicado Sánchez.

La catedrática desecha además pensamientos anclados como el que operó en la pandemia o el que operaba en la prehistoria, donde las mujeres ya cazaban también. “Los seres humanos somos seres culturales y todo lo solucionamos a base de cultura y tecnología. Nosotros no podemos volar, pero volamos porque tenemos tecnología. No se trata tanto de quién sea más fuerte, porque para eso tenemos la tecnología y la cultura, sino que realmente la sociedad patriarcal en la que vivimos necesita la desigualdad entre mujeres y hombres y si los hombres han sido los que han hecho las cosas importantes y las mujeres no, pues yo tengo más capacidad y más facilidad y más derecho a tener derecho a tener más derechos (por el hombre), porque yo he hecho las cosas importantes a lo largo de la historia, no tú (la mujer) que has estado en tu casa y que ¿qué has hecho?. Ese es el discurso que se sigue manteniendo en la actualidad. Y si no valoramos los cuidados seguiremos manteniendo esos discursos de desigualdad”, ha explicado Sánchez.

Marga Sánchez reivindica la importancia de los cuidados en el Día de la Enfermería paseando por la Historia


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