En el ramo de los perritos trabajadores, los perros guía ocupan un lugar destacado, por ser los ojos de sus compañeros, que necesitan llevarlos con ellos allá donde vayan. Dos de estos animales visitaron Ceuta, provenientes de Madrid, este jueves, participando en la V Semana de la Discapacidad. Allí se reveló un dato curioso: "En la ciudad autónoma no hay ninguno en estas funciones".

Dos preciosos canes, uno negro y otro achocolatado, paseaban junto a sus cuidadores por el patio del Campus Universitario. Frente a ellos, una pista preparada "con los típicos obstáculos que se pueden encontrar un invidente y su guía en la calle". Básicamente el típico entrenamiento que afrontan este tipo de animales una vez ya han cumplido "entre doce y catorce meses".

Antes, según relata Miguel Gómez, supervisor del departamento de cachorros de la escuela de adiestramiento, los machos y hembras seleccionados van "a familias para que socialicen y se les incluya en su ritmo de vida". Gracias a este periodo los perros "no se comen los calcetines del usuario invidente cuando llegan a su casa".

Pasan entonces a aprender lo que será su futuro trabajo, antes de conocer al invidente (siempre de bastón) con el que compartirán el resto de su vida.

"Una herramienta extraordinaria, aunque compleja y cara", según reconoció el director de la ONCE en Ceuta, Azmán Abdalahe, que también resaltó el hecho de que en la ciudad no haya ningún perro guía: "No sabría decir el motivo porque nosotros lo ponemos a disposición de cualquier usuario de bastón".

Eso sí, en el campo del reconocimiento de estos animales aún queda por avanzar. "Necesitamos que los cargos públicos entiendan que son nuestra herramienta de trabajo y que se les permita acceso a todos los establecimientos. Tiendas transportes o cualquier sitio", concluyó Abdelahe.